La noche del 5 de Diciembre de 1980 se producía una alineación de astros en el teatro Warfield de San Francisco, seguida por una gigantesca nebulosa en el firmamento del instrumento más universal; la guitarra. Un evento extraordinario con tres de sus estrellas más reconocidas: Al Di Meola, John McLaughlin y Paco de Lucía, afortunadamente captada en un vinilo, como si de la huella lunar de Amstrong se tratara, una impronta para los que no pudimos estar allí y para las generaciones venideras, hablamos del directo Friday Night In San Francisco.
El recital fue una propuesta arriesgada en la faceta comercial; tres guitarristas en un escenario, solos, sin acompañamiento alguno y sin adornos, pero de una magnitud fabulosa en el terreno artístico, los tres demostraron que no había límite para su arte, las ventas también respondieron a las expectativas. Todo les salió redondo.
Aquello no podía ser flor de un día, ya se conocían y se habían estudiado mutuamente al haber tocado juntos. El de Algeciras había trabajado ya con Al Di Meola en su disco Elegant Gypsy (1977) y formado parte del trío con McLaughlin y Larry Coryell en varias giras europeas con Meeting of Spirits (1979) como obra cumbre. A nuestro Paco le encantaba el abanico de posibilidades interpretativas que le ofrecía el Jazz, dotado de su virtuosismo absoluto, estaba fascinado con un género que le ofrecía total libertad para improvisar y experimentar. La cosa venía de lejos, desde sus primeros tanteos con Pedro Iturralde en su Flamenco jazz a finales de los 60.
En mis trabajos con Larry Coryell, John McLaughlin o Al Di Meola la música no era flamenco ni jazz, era una fusión de músicos que no de músicas (Paco de Lucía)
Friday Night in San Francisco es una exhibición de técnica tan grandiosa que a lo largo de sus cuarenta minutos te puede llegar a desorientar, un continuo alarde de una complejidad difícil de comprender, los músicos rizan el rizo y solo queda escuchar y callar. El disco sobre todo desprende aromas a flamenco, asociándose en dulce simbiosis tanto al Jazz fusión con matices étnicos de Di Meola, como a la experiencia y versatilidad del mejor McLaughlin de la Mahavishnu Orchestra.
Plantea dificultades extremas a causa de la velocidad y la precisión exigida. Paco de Lucía realiza un complejo fingerpicking en la guitarra flamenca. En la canción se lucen en todo lo que pueden: tambores en la tapa, rasgueos, fraseos con el pulgar, silenciamiento con la palma, glissandos, vibratos... Demasiado complejo para la mayoría de los mortales.
Al ver tocar a Paco, he entendido que no sé tocar la guitarra (Mark Knopfler)Bueno, esta publicación ha sido algo complicada para mí (sarna con gusto no pica), mi intención era recordarle el día que cumpliría 70 años.
Lo de Mark Knopfler, siendo quién es en el mundo de la guitarra, resulta un halago sin parangón.
ResponderEliminarEstimado, a mí el silenciamiento con la palma me sale mejor y nadie me halaga ;P
EliminarA-C-O-J-O-N-A-N-T-E... Hay que ver como tocan esos tres, que barbaridad... No hay mucho más que decir, salvo quejarse ante los dioses por ser tan injustos y dotar de tanto talento a algunos y a otros, como a servidor, dejarlo huérfano del más básico discernimiento musical, como queda patente tras ver/escuchar a estos bichos.
ResponderEliminarSaludos!!!
jajajaja
EliminarEs que ellos son los dioses.
Tienes algún instrumento? a ver si eres como el que quiere que le toque la lotería sin comprar.
Saludos Alex