Pues resulta que iba yo hace poco en el taxi de mi amigo Paco de regreso de acometer unos trabajos a unos pocos cientos de kilómetros, cuando las diversas circunstancias (las 4 de la tarde, el sofocante calor, el vaivén del vehículo, la copiosa comida -con Paco no existe otra opción- que acabábamos de ingerir y sobre todo, la satisfacción del trabajo bien hecho 😜) produjeron en mi persona un estado de somnolencia tal, que aunque no llegué a desconectar del todo del mundanal ruido, sí que sentí que dejé al pobre Paco sin respuesta en la conversación que estábamos manteniendo; son ya muchos años juntos, Paco está acostumbrado.
Supongo que el obligado silencio que mi flagrante falta de educación produjo, hizo que involuntariamente la música adquiriera un papel protagonista en el habitáculo. Por suerte, en ocasiones por desgracia, una recopilación de más de 2000 temas realizada por nuestro amigo común Bergatxu (sí, el mismo que inspiró esta entrada de Big Country) sonaba en ese preciso instante. Podía haber sido Queen, podía haber sido Oasis, incluso Mozart y hasta Marisol, pero no...
Fue Tracy Chapman y su tema Give me one reason, una auténtica delicia que yo ya había escuchado en aquel lejano año ´95, y que a pesar de gustarme, nunca le había prestado la atención que realmente merecía. Y es que a mis 15 años estaba demasiado inmerso en el universo de afiladas guitarras y atronadoras baterías.
Pero ahora sí, nuestro momento por fin ha llegado. Siempre he tenido la sensación de que algún día saltaría la pequeña chispa que siempre ha existido entre nosotros dando lugar a un gran amor, ese que justamente me tiene absorto en estos precisos momentos. A Tracy nunca le importó que el que suscribe experimentara con otros artistas y estilos, siempre estuvo aguardando en un segundo plano a que llegara su momento, convencida que el nuestro sería un amor verdadero, quizá no tan fuerte en el tiempo como ahora lo siento, pero sí un amor para toda la vida.
Tracy Chapman, mi actual gran amor... |
La letra es sobre todo un ruego o quizá una especie de toque de atención a la persona de la que estás perdidamente enamorado y que tal vez por dejadez, puede que por acomodamiento, no te presta ni el tiempo ni la atención que tus sentimientos, pasión y dedicación realmente merecen. Al parecer la situación ha llegado a un punto tal, que se hace necesario, imprescindible se me antoja a mí, algún tipo de respuesta, una mínima muestra que pueda evitar el anunciado y doloroso desenlace. El cansancio ante la nula reacción frente a los estímulos, hace que se sienta tan triste, vieja y desesperada que ya tan sólo le queda afirmar que una vez le dijo que le quería, poco más pueda hacer ya.
Yo no sé si será por estas magníficas líricas, por la siempre estupenda voz de Tracy, por ese aire bluesero tan palpable gracias a los punteos de Adam Levy o por esa doble voz tan acertada, lo cierto es que yo nunca permitiré que Tracy tenga que pedirme que le dé una razón para que continúe a mi lado.
Pues hasta aquí esta historia de amor, esa que se encuentra en su momento más bonito entre este pobre e ignorante aficionado a la música y esa chica de Cleveland que con tan solo 8 años entró en una escuela y posteriormente en la universidad (más tarde, en 2004, fue nombrada Doctor honoris causa de la misma) dedicada a reclutar niños afrodescendientes con aptitudes para destacar en diferentes campos.
Aquí pues finaliza el relato del amorío entre este estúpido romanticón y la joven que con sus dos primeros trabajos (especialmente gracias a la interpretación de Fast car en el concierto homenaje a los 70 años de Nelson Mandela) se hizo un notable hueco en el panorama musical a finales de los 80 como la chica reivindicativa de agradable textura de voz y que decidió, para su tercer álbum, realizar una gira de directos en locales de reducido aforo para recalcar el carácter intimista del mismo.
Y es justo en este preciso instante cuando dejo ya de proclamar a los cuatro vientos el romance entre este iluso juntaletras y la mujer que en 1995, cuando para todos ya estaba pasada de moda, emergió desde lo más profundo del olvido colectivo directa hacia un nuevo reconocimiento universal gracias a su "Nuevo Comienzo", ese que contiene esta inolvidable Give me one reason, la gran culpable de esta infumable monserga.
Vaya, parece el tema de hoy no sólo me enamoró a mí, pues logró el Premio Grammy por Mejor canción Rock de aquel año; da igual, no soy celoso.
Se nota que estás enamorado. Te ha afectado, incluso, al estilo. No te reconocía y hasta me ha sorprendido que fueras tú al llegar al final del post. Que te dure el amor ;)
ResponderEliminarUn saludo.
¿Autor irreconocible? ¿Cambio de estilo? El amor, qué le vamos a hacer! Me lo tomaré como un halago, no podría ser de otro modo viniendo de Vd.
EliminarQué bueno leerle de nuevo por aquí, abrazo.
Es un halago, no le quepa duda.
ResponderEliminarUn abrazo.
En verdad es una gran sensación la de descubrir un nuevo filón musical, ya sea en forma de solista, orquesta, banda o lo que sea... Lo reconozco, yo soy como un drogadicto en busca de una nueva 'sustancia' que me enganche a lo bestia y que me proporcione cuantos más subidones mejor; cosa que se me hace cada vez más difícil, no sé si porque me estoy volviendo más tolerante a las 'sustancias adictivas' o porque me cuesta encontrarlas tras tantos años de acumulación.
ResponderEliminarEn cuanto a Tracy Chapman, siempre me agrada escucharla, pero no he tenido la suerte de engancharme a ella, al menos de momento... Espero que vuestro romance sea largo e intenso y te proporcione muchos buenos momentos.
Un abrazo!!!
Pues las dos cosas imagino, estamos más acostumbrados a las sustancias y cada vez es más difícil pillar buenas, creo que los camellos no están al nivel de antaño. Como digo en mi ficha de presentación, cuando sientes cada día como una nueva oportunidad de descubrir una gran canción, la música es tu droga, es tu gran pasión.
EliminarRomance largo seguro, yo en música soy esencialmente fiel, la intensidad irá bajando, como todo en esta vida.
Abrazo
Excelente interpretación de este tema. Recuerdo haber leído esta nota el mismo día en que la publicaste, y como Tracy aún no se había entrometido demasiado entre mis gustos musicales, la leí al pasar. Hoy la historia es distinta, y puedo apreciar cada palabra con que analizas este tema. Felicitaciones.
ResponderEliminarNo puedo decir otra cosa respecto a lo que tu has hecho en tu estupendo Deprimartes con Fast car. Como te comentaba allí, efectivamente todos tenemos un plan... Ese párrafo me parece brillante, mis felicitaciones.
EliminarAbrazo Carlos