Hace tan sólo unos meses me comentaba un colega (maño para más señas) acerca de Black Hole Sun. Hablaba sobre aquel videoclip hiper reconocible -aparecía en Los 40 Principales cada fin de semana- para la gran mayoría de treinteañeros que vivimos aquella explosión ideológica y musical llamada Grunge, y de como en el mismo se mostraba de manera acertadísima la hipocresía que habitualmente acompaña a la sociedad en general mediante el contraste entre bonitas imágenes y aterradoras escenas, entre idílicas estampas de típico barrio norteamericano y surrealistas, perversas y hasta depravadas panorámicas de sus propias realidades en la intimidad. Aquel apocalíptico videoclip con esas caras deformes, la canción en sí y el mensaje de las líricas se conviertieron de inmediato en absolutamente atemporales para aquella generación que aceptó sin remedio que tan sólo un negro agujero solar podría poner fin a tal cotidiana falsedad.
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Mentiría si afirmara que fui gran seguidor de Soundgarden; de hecho como he comentado en varias ocasiones, el Grunge en un principio supuso para mí el fin musical de todo aquello que tanto amaba, esa diversión estrafalaria ochentera en favor de un estado depresivo que a mis 14 años resultaba cuanto menos desconocido, lejano. Además, la traición de todos aquellos compis que se pasaron de bando sin piedad renunciando flagrantemente a sus anteriores ídolos formó en mi orgullo adolescente un prejuicio hacia estas bandas que tardé varios años en superar.
Fue entonces cuando comencé a disfrutar de bandas como Pearl Jam o Stone Temple Pilots, Nirvana me cuesta un poco más. De entre todas la que más fácil me lo puso fue Alice in Chains, porque aunque sus letras se acercan al típico derrotismo existencial emergido en Seattle, su sonido no se aleja demasiado de clásicos como Black Sabbath. Por el mismo motivo, respecto a la discografía de Soundgarden, yo siempre presté más atención a Badmotorfinger que a su mega existoso Superunknown del ´94.
En este punto me es inevitable recordar la cassette que un compañero de clase me grabó con la leyenda "Sound Garden" (tal cual, separaico). En ella quedó registrada Badmotorfinger, un excelente trabajo cuyo mayor pecado fue coincidir en el tiempo con Ten y sobre todo Nevermind. Siempre pensé que la estructura triangular sobre la que posaban bandas tan relativamente dispares entre sí como los propios Alice in Chains, Stone Temple Pilots, Mudhoney, Melvins, Screaming Trees o Green River entre otros muchos, era sujetada por tres pilares fundamentales, Nirvana, Pearl Jam y Soundgarden, aunque estos últimos, y a pesar de ser de los más pioneros del estilo, fueron el cimiento trasero, el menos visible.
Chris Cornell, 20/07/64, 17/05/17 |
La canción es básicamente un grito introspectivo del propio Cornell, quien durante una época y en parte debido al incipiente éxito que comenzaba a cosechar y al abuso de alcohol pasaba lo mismo de verse capaz de todo a de repente sentirse -según sus propias palabras- como una mierda, causándole cualquier mínima inconveniencia un pesar que lo llevaba a lo más hondo de su propia desolación, eclipsado por propia debilidad y aprensión. Supongo que por ello sus letras no pretendían ser autobiográficas, tratando por todos los medios de no convertirse en el espejo en el que mirarse de nadie, en un fraudulento héroe de adolescentes.
La frase "I'm looking California and feeling Minnesota", brillante a todas luces, inspiró la peli Feeling Minnesota, protagonizada por Keanu Reeves y Cameron Diaz, si bien es cierto que el tema no aparecía el film; donde sí aparecía fue en Amor a Quemarropa, una de mis pelis favoritas y en videojuego Road Rash.
Respecto al videoclip, aparece la banda tocando en un recinto industrial y fue dirigido por Matt Mahurin, quien según el propio Cornell en aquel momento estaba más concentrado en el clip de The Unforgiven de Metallica que por este, siendo esta la razón por la que el grupo siempre rehusó del mismo, aunque los fans siempre lo aceptaron de buen grado. Sea como fuere, helo aquí para recordar a Chris Cornell, otra leyenda que se nos va. QEPD
Jake, hablas de tu adolescencia en pasado ¿es que ya la has pasado? XD
ResponderEliminarMe temo que sí. De aquello hace ya más de 20 años!!!
EliminarDiosss, me acabas de joder la tarde :(
A mí el Grungre me pilló en un momento, mediada mi carrera universitaria, en que todavía me podía hacer mella, pero la verdad es que en aquellos momentos me interesaban otros sonidos (estaba especialmente inmerso en los primeros Who y Pink Floyd), y me pasó bastante desapercibido. No fui inmune a su sonido y, de hecho, el Nevermind está en mi discoteca desde entonces y, por ejemplo, en cuanto oigo hablar de Soundgarden me viene a la cabeza (a mí también) el vídeo de Black Hole Sun, una canción que me encanta... Vamos, que escuché Grunge pero sin profundizar, me quedé con lo que apareció en los medios y, si bien, conozco las bandas enseña del estilo, mi discoteca (que ya va por los casi 1.200 cd's) no cuenta con más de 3 ó 4 discos del estilo...
ResponderEliminarEn esta entrada me ha parecido que le rindes un sentido homenaje a Chris Cornell y que haces un buen repaso-recordatorio de lo más destacado del Grunge. Me ha gustado especialmente la frase que destacabas, "I'm looking California and feeling Minnesota", y me apunto la peli para verla, que no la he visto todavía.
Está claro que no para la sangría de músicos, aunque lo de Chris Cornell ha sido todavía más sorprendente por su juventud. DEP
Un saludo!!!
Más que la peli Feeling Minnesota te recomiendo Amor a quemarropa, como digo una de mis favoritas.
EliminarCierto es que era joven, pero no tanto como Layne, Kurt o Andrew Wood. A mí la noticia me ha sorprendido muchísimo.
Abrazo