Jarre no ha sido el primero, ni será el último, en haber grabado su propia música, con sus medios, en una estancia de su mismo domicilio. Pero muy pocos podrán presumir de haberlo logrado, con los medios con los que contaba, con la única ayuda de Michel Geiss (aunque no aparece en los créditos del álbum), en un grabador de ocho pistas analógico de segunda mano y, además, haber hecho historia y sentado escuela.
Por no hablar de los millones de copias vendidos, claro (fue Disco de Oro). En el salón de su apartamento de entonces, en París, Jarre y Geiss se las arreglaron para componer y grabar lo que más adelante sería conocido como Oxygène, un álbum totalmente electrónico, cuyas atmósferas y texturas son reconocibles al instante por cualquiera que lo conozca. Eso sí, la mezcla fue realizada en Gang Studio, Paris, por Jean-Pierre Janiaud.
Seguramente, aunque lo intentara, no me podría hacer ni una idea aproximada del follón que montaron en aquel salón, entre líos de cables, teclados, sintetizadores... Acostumbrado como estoy a montármelo, si es necesario, con sólo un ordenador y una tarjeta de sonido, es difícil imaginar tal proeza técnica y artística. Hoy en día es posible todo esto y más en un home studio, pero claro... no es lo mismo. Jarre empleó los siguientes instrumentos en este álbum:
- ARP 2600: solista de Oxygène IV y las olas de la parte VI, entre otros sonidos.
- AKS: responsable de algunos de los ruidos, como los famosos vientos de la cuarta parte o los sonidos burbujeantes
- Rythmin' Computer: caja de ritmos de la parte IV, principalmente.
- VCS 3, RMI Harmonic, Farfisa Organ, Eminent y Mellotron, para colchones, texturas sonoras, acordes, etc.
El álbum fue inspirado por un cuadro del artista Michel Granger, quien le dio permiso para usarla como portada del LP. Dicho cuadro tiene un claro mensaje ecológico que no necesito explicar, y que se recalca tanto en la música y texturas de Oxygene. Se trata de una especie de llamada de atención a la degradación progresiva del Medio Ambiente de nuestro planeta por culpa de nuestras actividades contaminantes.
Hace unos años trataron de replicar la grabación de Oxygène. El resultado fue el DVD Live in the Living Room (ver "bonus tracks"), con la diferencia de que necesitó la ayuda de otros tres músicos más para interpretar los diferentes instrumentos, ya que fue grabado en vivo, aunque sin público. Además, incluye temas inéditos y nuevos, compuestos para la ocasión.
En estos momentos Jarre se encuentra celebrando el lanzamiento del tercer (y ¿último?) álbum de Oxygene. Se podrá titular igual, pero una cosa es segura, las condiciones en que fue grabada el primero no se han repetido, tanto en este último como en la secuela 7-13. Quiero decir con esto que Oxygène, el original, del que tengo una copia en CD de una de las primeras ediciones, sin "remasterizar", es un álbum irrepetible en muchos aspectos. Además, Oxygene fue el primer CD de audio que compré en mi vida. ¿Acaso podría pensar otra cosa sobre esta pequeña gran obra maestra de la música electrónica?
Y de todos los temas de todos los "oxígenos", el más especial para mi es, sin lugar a dudas, la cuarta parte. Fue el tema con el que conoci a este artista francés. Incluso llegué a grabar una versión con un teclado de juguete hace muchos años. Sin este tema, que fue single promocional del álbum entero, es por el que me introduje en la electrónica melódica y experimental y, en parte... ¿Por qué no echarle la culpa? Sí, Jean Michel Jarre y Oxygene IV tienen parte de culpa de que un servidor tenga su home studio... Aunque no mola tanto como el que él empleó para grabar este clásico.
Yo también me imagino como debía ser aquel estudio de grabación, una autético caos. Por lo menos casi la mitad de farragoso que el despacho en el que me encuentro escribiendo ahora mismo xD
ResponderEliminarGracias José por tu colaboración , te agradecemos enormemente tu vuelta a MM. Aquí no nos olvidamos de nadie, y muchísimo menos de tí.
Abrazo
Ya en mi Home Studio "moderno" hay un lío de la leche, pues imagínate en los años 70 xD
EliminarGracias a vosotros, más bien.
Efectivamente uno de los 1001 de los discos que hay que escuchar antes de morir, Robert Dimery y sus "obreros especializados" estuvieron bastante ilustrativos y amenos, pero creo que son demasiados ;)
ResponderEliminarTambién me encantó este disco, era innovador, futurista y revolucionario, además ya dió la voz de alarma con lo del actual cambio climático. Pero le veo la misma predisposición que al otro pionero de estos sonidos, Mike Oldfield, que a veces pecan de repetitivos. Jean menos, pero usa samples y mezclas que recuerdan a Oxigéne IV o a otros éxitos y puede parecer monótono.
A mi me gustaba mucho el II.
Y los instrumentos y "utensilios electrónicos" eran curiosísimos, como el que has puesto en el bonus. Una vez recuerdo ver un concierto suyo por Tv, creo que en Paris, y tocaba poniendo las manos sobre haces de luz a distinta altura, espectacular.
Gratificante volverlo a escuchar. Un cordial saludo José.
No me voy a quedar con las ganas, esto es a lo que me refería https://www.youtube.com/watch?v=8Tfoto7sokk
ResponderEliminarLa de veces que tendré escuchado yo esta canción de chaval.
ResponderEliminarY me resultaba curioso, ya que yo nunca fui muy fan de la música electrónica.
Yo, en aquellos años era más de Police y Dire Straits....;-)
Gracias por compartir tu trabajo.
Saludos, Juan.
Este disco lo descubrí yo por mi lado más heterodoxo. El dr. Jiménez del Oso lo utilizaba de cabecera en alguno de sus programas. Imborrables recuerdos trae esta canción¡
ResponderEliminarBien por José
Un clásico de la electrónica.
ResponderEliminarSaludos sintéticos.
Gracias a todos por los comentarios. Últimamente no cuento con apenas tiempo ni para responder como os merecéis, ni para daros vidilla a los que os tengo en Twitter. Espero que me podáis disculpar por ello.
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