Hace apenas tres noches y pendiente todavía de decidir sobre qué canción iba a escribir, estaba con unos amigos saboreando un yintonic en Superbar y no sé cómo empezó la conversación, pero en un momento dado alguien comentó que Manolo Tena había salido en la tele contando cosas sobre su infierno particular de estos últimos años.
La conversación evolucionó del apartado personal al musical y para mi sorpresa casi nadie recordaba otras canciones de él distintas de Sangre española y, con dificultad, Tocar madera y lo mismo sucedía con su militancia anterior en los grupos Cucharada o Alarma!!! Todo eso era desconocido para la mayoría y sin embargo a un servidor, con su justita cultura musical, sí que le venían algunas otras canciones y esos datos a la cabeza.
Probablemente es que Manolo Tena ha tenido una dilatada trayectoria artística (desde 1970) pero con publicaciones bastante separadas en el tiempo, casi 4 años de media y 7 para el último larga duración (Casualidades). Pero lo principal debe ser que esta ha estado plagada de altibajos con muchos más de los últimos que de los primeros.
Así se explica parte de aquella situación pero para entender la contraparte ya hay que hacer mención a esos binomios que asocian nuestros momentos memorables a ciertas canciones.
Es curioso observar cómo muchas canciones se incrustan a pasajes de tu vida. Algo así explicaba hace tiempo mi socio Manolo (Jakesnake) cuando habló de Carrie, pero es que me atrevo a afirmar que todos tenemos algún momento vital que incluye como banda sonora una canción en particular.
El mío (mi trocito de vida) con Frío corresponde a una aventurilla montañera, tienda de campaña incluida, que compartí con cuatro buenos y muy viejos amigos hace como 30 años. Esta canción nos acompañó desde la salida hasta la vuelta unos pocos días después y si no la pusimos en el radio-cassette unas 30 veces, vive dios que no la pusimos ninguna y entonces debí sufrir una enajenación total todo el viaje... que también es posible.
El tiempo acompañaba al título (diciembre, interior y a unos 900m. de altitud), pero quizás la tranquilidad intrínseca del paraje y la poca presencia humana consiguió que la letra nos llegará más allá de una simple audición en "condiciones estándar". Sin identificarnos con ella, esta va mucho de desesperanza y de lo que se siente en general cuando se toca fondo, más que posiblemente en alusión al mundo de la drogadicción.
Frío fue publicada formando parte de En el lado oscuro y aunque en su momento el LP fue de esos que recibió una respuesta mediocre por parte del público, hoy día es una de las referencias en el ámbito del rock hispano en cuanto a cómo se pueden hacer bien las cosas.
Sobre Alarma sólo añadir que con guitarra, bajo y batería, e incluyendo a dos de los integrantes de Cucharada, en su momento alguien los vió como los The Police españoles por aquel rock fusión con tintes de reggae, ska y punk que practicaban. Su debut fue como teloneros de otros músicos aventajados: Leño.
Desde aquí mis mejores deseos para Manolo Tena esperando que logre el control total de su enfermedad. Le he oído declarar esto y espero sinceramente que gane todos los días:
Cada día soy un soldado y me levanto a la batalla
Que gran entrada!!!
ResponderEliminarUn personaje interesante nuestro tocayo Tena, muchos altibajos en su carrera con algunos momentos extraordinarios, como el que hoy publicas.
Me encanta que os vayáis soltando con vuestras historietas personales...
Pues creo que al menos a dos de los que cito, los conoces
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