Esta es una de esas canciones que tenía planteada reseñar casi desde el principio de la andadura de este blog. Sin embargo, siempre encontraba una excusa para ir postergándola en el tiempo debido al temor que me atenazaba a la hora de afrontarla. En cierto modo es algo parecido a lo que me sucedía con The Smiths, aunque en esta ocasión el temor no obedecía a la enorme devoción que siento por ellos, sino por el presentimiento de tener que enfrentarme a una pieza un tanto compleja, sospecha que queda confirmada al buscar información sobre la misma.
No es que posea dotes adivinatorias, simplemente es algo que se deduce fácilmente al escuchar OK Computer, el álbum con el que Radiohead dio el salto definitivo hacia la excelencia. Si Pablo Honey y Bend fueron magníficos, OK Computer fue incluso más allá gracias a un sonido experimental e innovador, más complejo, que implicaba una evolución que se alejaba (¿superaba?) del Rock Alternativo y Britpop de la época. De hecho, para muchos críticos musicales, estamos ante el último GRAN ÁLBUM del s.XX, hasta el punto de ser incluso colocado a la altura de históricos y míticos como Abbey Road o The dark side of the moon, palabras mayores.
¿Y que canción eliges cuando un álbum reúne joyas del calibre de Karma Police, No surprises o Exit Music (for a film)? Pues Paranoid Android, el primer sencillo del LP, porque acaso sea el más adecuado ejemplo en cuanto a habilidad, complejidad y magnificencia referida, y por el simple y trivial hecho de que fue el primer videoclip que vi -y maravilló- de estos británicos, antes incluso que el de Creep.
Marvin, el androide paranoide |
Respecto al nacimiento en sí del tema, surge tras una mala experiencia de Yorke en una bar de Los Ángeles en el que la gente consumía cocaína compulsivamente y no paraban de sucederse los gritos y actitudes violentas. El culmen de ese ambiente tan crispado tiene lugar cuando alguien derrama accidentalmente la bebida de una mujer, quien responde de una manera desproporcionadamente agresiva. Yorke quedó tan absolutamente desconcertado ante esta enérgica respuesta y ante la inhumana y vacía mirada de la chica que, según comentó en entrevistas posteriores, no pudo dormir esa noche. Esto, unido al hecho de que las voces del bar resonaban una y otra vez en su cabeza, le produjeron un insomnio que el bueno de Thom supo aprovechar en componer un montón de frases (la de "kicking squealing Gucci Little piggy" —pequeña cerdita vestida de Gucci que berrea y patea— iba sin duda dedicada a la irascible tipa) que encajaban a la perfección con la música de la canción, resolviendo así el rompecabezas que traía en jaque a la banda desde hacía varios meses.
Porque la música ya había sido creada anteriormente como fruto de una borrachera en la que decidieron que cada uno de los miembros improvisara una melodía a partir de la creencia general de que Yorke era un tipo constantemente deprimido y hasta un tanto demente "I may be paranoid, but not an android" —quizá sea paranoico, pero no soy un androide—. Tal presunción le hacía mucha gracia al propio protagonista, que decidió darle a la gente un motivo tangible sobre tal presunción, alimentando de esta divertida manera el bulo y creando, impremeditadamente, un himno para una juventud depresiva, angustiada a causa de, entre otras cosas, la huella que dejó el Grunge en miles de influenciables cerebros adolescentes.
Fue de este modo, es decir, uniendo cuatro secciones totalmente independientes muy al estilo Beatle (Happiness is a warm gun, Strawberry fields forever...) como fue compuesto el tema. El resultado final es una mezcla entre Pop furioso y deliciosa balada en la que se alternan exquisitos falsetes con exasperados agudos así como agresivos riffs de guitarra con dulces acordes. Lo más probable es que el éxito del producto final sea el virtuosismo mostrado (el solo de guitarra de Jonny Greenwoood fue ubicado en el puesto 34 en la lista de la revista Guitar World de Los 100 mejores solos de guitarra) y por la magistral manera de combinar las distintas capas. Tanto es así que fue considerada por muchos como una especie de sinfonía Art Rock, la Bohemian Rhapsody de los 90, aunque ellos siempre renegaron de esta afirmación, ya que, en sus propias palabras, tan solo pretendían hacer una canción Pop. De hecho, incluso manifestaron que durante el proceso de grabación (ejecutado en la mansión del siglo XV de la actriz Jane Seymour al creer Yorke que estaba embrujada) pensaron que era ridículo crear un tema de 6 minutos con tantos cambios, aunque lo cierto es que la versión original duraba 14 minutos, pero fue acortada al despertar poco interés por parte del público que asistió a la gira que realizaron junto a Alanis Morissette poco tiempo antes de ser publicada. Como dato anecdótico, se dice que la banda tardó un año y medio en aprender a tocar la versión final en los conciertos.
Robin, de Magnus Carlsson. |
En principio lo que más destaca, además de que se censuraron varias secuencias de nudismo, es el contraste entre la complejidad musical y la simplicidad visual, seguramente algo intencionado para evitar desviar la atención de la canción en sí por parte del espectador, aunque personalmente creo que consiguieron todo lo contrario.
La historia animada transcurre en un universo hostil a la par que impredecible. Nos habla sobre las relaciones entre las personas, el temor que los demás nos inspiran, la exclusión y la opresión, la agresividad manifestada de diversas maneras, la pasividad, el hedonismo, sobre la necesidad de abstraerse del caos rutinario, encontrando también algunos matices de demanda social, de defensa animalista y hasta un cierto componente político y de la necesidad de autonomía y libertad del ser humano, aunque creo que lo mejor será que no me hagas mucho caso y saques tus propias conclusiones:
Muy buen artículo. No creo que sea el último gran álbum del S.XX pero sí que creo que es la última gran obra maestra de ese siglo. Abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Johnny. No se si te entiendo bien, lo más probable es que no me expresara yo correctamente, aunque es posible que queramos decir lo mismo:"El último gran álbum" como sinónimo de obra maestra, algo excepcional, de ahí que ponga los ejemplos de Abbey y Dark side, es decir, obras maestras archiconocidas y así aceptadas por la mayoría.
EliminarAbrazo
Explícate Oloman, tienes a la audiencia en ascuas...
ResponderEliminarNo a toda la audiencia. Posiblemente sólo al autor y a algunos pocos no-frikis más :)
ResponderEliminar42
sin duda ok computer cuenta con agadables melodias, es un album con guiños pop pero bañado en acido, con canciones de larga y corta duracion (fitter happier), repleto de codas e himnos anti-todo; son un reflejo y predecesor de la musica y del marketing que de ella se hace a 20 años de distancia ( excelente material extra en la edicion del OKNOTOK (2017))
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