De mi infancia tengo recuerdos de encuentros y fiestas en las casas de los abuelos, acompañado de mis padres, tíos, primos, uno que otro pariente lejano y algunos amigos según fuese la ocasión. Entre mis abuelos sumaron 23 hijos, luego los encuentros en fechas especiales eran muy numerosos en asistencia y siempre se conformaba al menos una pareja de baile que motivaba a bailar a los demás.
En mi familia las mujeres siempre han sido más bailarinas y mi madre, la mujer más cercana en mi vida, había vivido su infancia y adolescencia escuchando, por un lado, los boleros y rancheras de un hombre de pueblo como el abuelo, y por otro, la salsa con la que ella, los tíos y vecinos se divertían en las fiestas que hacían en el barrio del occidente de Bogotá en donde había conocido a mi papá.
Con el tiempo, heredé y desarrollé un gusto por el baile y su capacidad de divertir a la mente y al cuerpo. Debido a la geografía de la tierra donde nací y a la tecnología disponible en mis primeros años de escuchar música, los sonidos del Caribe irremediablemente fueron los más cercanos a mis oídos y pies y entre ellos la salsa siempre estuvo, si no en mi casa, a la vuelta de cualquier otro hogar donde hubiese una radio o un equipo de sonido.
La salsa me divertía porque además de bailarla la cantaba con mi voz o en mi mente, y entre más tiempo una canción me diera para bailar o cantar más interés me despertaba porque me llevaba a diseñar en la mente complejas coreografías dignas de un vídeo musical que pudiese protagonizar al lado de una pareja con la que me entendiese al bailar, tal como siempre lo vi en mis padres.
En repetidas ocasiones, los más de 6 minutos que dura Mi Sueño fueron un caldo de cultivo de pasos de baile, historias de parejas y posproducción mental de vídeos musicales, todos con una alteración excéntrica que sucedía en mi parte favorita de la composición de Willie Colón, a saber, la interpretación del solo de cuatro del caribeño Yomo Toro.
Así como el baile de cuerdas que interpreta Toro encaja con precisión en la salsa que adapta Colón de la samba Disritmia (Bonus) del también caribeño Martihno da Vila, en su conjunto, Mi Sueño también encaja en mis gustos porque me invita a bailar en cuerpo y en divagaciones, pero sobre todo, porque evoca la admiración hipnótica de ver a mis padres sincronizados para bailar y divertirse juntos.
¿Qué canciones de fondo recordarán quienes nos recuerden bailando?
La salsa es una música de Big Band maravillosa que cuenta grandes historias y Willy Colón un grande del género. Tiene que ser bonito tener ese recuerdo de tus padres bailando.
ResponderEliminarSuave salsa muy bailable.
ResponderEliminarNo es un género que se prodigue mucho por aquí pero precisamente estamos en una época en la que mucha gente se anima a aprender bailes latinos y con ello empiezan a conocer y a distinguir sus sonidos. Hasta no hace mucho todo era "salsa" pero ahora ya algunos distinguen entre esta, bachata, cumbia, chachachá, guaguancó, vallenato, merengue...
Cuendo ya los reconoces te parece increíble haberlos confundido anteriormente, pero así son las cosas.
Muchas gracias Felipe... y a ver si vamos recortando el curriculum ;)
Que maravilla, la salsa, musica de baile y ademas Willie Colon. La salsa en general y la Fania en particular fueron tremendamente populares en los 70-80 y la mejor muestra es este post. El setido del humor, un poco tosco a veces estaba muy ligado a la Fania. Willie Colon y Hector Lavoe titularon un disco "Lo mato (si no me compran este disco)". La portada es para verla.
ResponderEliminarEsto te puede gustar o no, pero es Salsa. No los productos que nos quieren vender ahora por tal género.
ResponderEliminarY Wille Colón es de esas personas a las que hay que respetar por su labor.
Saludos sintéticos.
En los tiempos actuales, en los que todo lo latino, el reggaeton y los cantantes pop latino copan las listas de éxitos y las preferencias del gran público, recordar a las grandes orquestas y ritmos clásicos como la salsa o el chachachá es como un soplo de aire fresco entre tanta monotonía comercial. Precisamente el otro día puse en mi blog "Dónde estás Yolanda", canción que dio a conocer La Sonora Santanera. Willie Colón es uno de los grandes, incluso trabajó con Rubén Blades en su famoso "Pedro Navaja". Saludos.
ResponderEliminarMis gustos musicales y mis escuchas habituales están bastante alejadas de este tipo de música y, como dice Raúl, con la avalancha de regetón y pop latino que tenemos últimamente, la verdad es que, yo particularmente, desconozco casi por completo el universo de la música latina de calidad.
ResponderEliminarSalute You!!!
Estoy con Tina, qué bonito recuerdo ese con tus padres bailando! Y con Raúl, la música latina antes molaba más que la actual.
ResponderEliminarGracias por tu colaboración