Vamos a rendirle un pequeño homenaje a otro de esos instrumentos extraños en el Rock.
La flauta travesera es más propia del Folk o de la música clásica e incluso del Jazz, pero tuvo un papel muy relevante en el llamado Rock Progresivo por ser utilizada y consagrada por un flautista sin parangón, muchos habréis adivinado que nos referimos a Ian Anderson, hoy hablamos de Jethro Tull.
Lo primero que te llama la atención es el nombre, una banda tan asombrosa no podían haber elegido otro mejor, Jethro Tull fue un agrónomo inglés que en el siglo XVIII inventó una máquina sembradora de tracción animal, algo parecido al inventor del arao, un gran avance para la época.
Se disolvieron como grupo en el 2014 siendo la segunda formación más longeva en esto del Rock, ya os podéis imaginar cuál es la primera. Su música era tan original como peculiar, mezcla de Blues, Folk y Rock, con guiños a la música Medieval y Barroca. Su discografía es muy extensa, pero sobre todo son los artífices de un emblemático álbum de culto creado en sus mejores años allá por la década de los 70, Aqualung, un disco conceptual que marcó la diferencia llevándoles a lo más alto de las listas de ventas y a conciertos multitudinarios, un álbum inolvidable y de obligada presencia en nuestra particular estantería musical.
Antes de meternos con Aqualung y su Aliento de la locomotora, hablemos de su alma máter, del carismático personaje de Ian Anderson. Como flautista es autodidacta y genial, posee una increíble facilidad para ligar su flauta de plata a la guitarra de otro monstruo, Martin Barre. También domina otros instrumentos, pero siempre nos gusta verle con la Travesera y su habitual postura haciendo equilibrios sobre una pierna, dicen que es un vicio de sus tiempos de armónica para sujetar el micro, si queréis disfrutar de alguno de sus solos son muy recomendables Living In The Past y Bourée. Su estética también es curiosa, viste en sus actuaciones como un juglar, como un pirata o cubierto de andrajos cual vagabundo (un reflejo del personaje principal de Aqualung). Sobre el escenario los movimientos de Ian son frenéticos, bailando y saltando, viviendo y sintiendo su música, un divertido y extravagante showman.
Como decíamos, es considerado un álbum conceptual, aunque ellos lo niegan y en respuesta grabaron después Thick as a Brick, ironiza sobre la religión y la relación de Dios con las miserias del hombre criticando duramente a la Iglesia. Un derroche de sonidos difíciles de definir por la amalgama y variedad de géneros musicales, alusión obligatoria al tema principal Aqualung (ideal para quien guste de graves), seguramente la más famosa de su carrera. La portada está basada en una fotografía que Jennie Anderson tomó de un vagabundo borrachín a orillas del Támesis, otros dicen que es el propio Ian.
Locomotive Breath se encuentra en el cuarto corte de la cara B, comienza con una deliciosa introducción de piano clásico/ jazzístico a cargo de John Evan, dando paso a la guitarra de Barre encargada de subir el ritmo para recibir al enérgico flautista escocés. Una maravillosa característica de Jethro Tull son sus subidas y bajadas, de las partes pausadas al desenfreno para volver a lo melódico, una montaña rusa para los sentidos. La letra nos cuenta la triste vida de un hombre al borde del suicidio, en caída libre como una locomotora sin frenos, un tal Charlie al que le abandonan sus hijos y al que engaña su mujer con su mejor amigo. Nada del otro mundo como para que fuera censurada por la dictadura franquista.
Efectivamente, los hombres de Paco se escandalizaron tras leer en la contraportada del disco: "Al principio, el Hombre creó a Dios; y lo creó a su imagen y semejanza. Y el Hombre dio a Dios multitud de nombres, y el poder de que fuera el Señor de toda la tierra cuando al Hombre le conviniere" (My God), a los cuatro años de su lanzamiento permitieron la publicación de Aqualung, pero mutilada. Se editó en España una versión única en el mundo, con el tema Glory Row sustituyendo a Locomotive Breath, por lo visto los de las tijeras encontraron muy transgresora la frase:"His woman and his best friend / In bed and having fun", sorprendente por ser de lo menos irreverente del disco.
Aquí os dejo con Jethro Tull y su desgraciado protagonista Charlie. Como en este concierto del Madison Square Garden hay algunas variaciones y prefiero la versión original, en la ficha la podéis escuchar.
Uno de mis grupos preferidos desde que era un chaval. "Aqualung" fue una de las primeras cintas que me compré y, efectivamente, en ella no aparece la mítica "Locomotive Breath", una mutilación en toda regla. En el verano de 2014 tuve la oportunidad de ver a Ian Anderson y los actuales Jethro Tull, os dejo la crónica que escribí contando mis sensaciones de aquel día (https://laguitarradelasmusas.com/2014/07/11/concierto-de-ian-anderson-best-of-jethro-tull-madgarden-festival-madrid-8-vii-2014/). Saludos.
ResponderEliminarInteresante y descorazonador tu articulo aunque es casi normal lo que comentas. Ian tiene ya 69 tacos, apareció por televisión no hace mucho, en ese medio se disimula y se tapan mejor las deficiencias, pero le vi soso o pausado como quieras llamarlo.
EliminarPor un lado creo que deberían dejarlo antes que arrastrarse por los escenarios, pero por otro creo que todavía son capaces de emocionar y de transmitir su calidad y clase.
Vamos a dejarlo así, nos estamos quedando sin vacas sagradas ¡Qué cien años dure!
Saludos Raúl
Es de esas bandas imprescindibles, tardaban demasiado en aparecer por aquí.
ResponderEliminarA pesar de gustarme siempre lo que he escuchado a lo largo de los años de ellos, nunca me engancharon absolutamente, algo que sucederá cuando les preste la atención que su música merece, hecho que ya me pasó anteriormente con otros como Pink Floyd o King Crimson.
King Crimson? palabras mayores, hace años que no los escucho.
EliminarO tú o yo.
En mi opinión, todos los homenajes, reconocimientos, alabanzas, elogios, agasajos y todo lo que se quiera añadir, son pocos para la banda de Ian Anderson y su persona. Creo que con eso lo digo todo jejjeje
ResponderEliminarPor cierto, el otro (no hablemos de primeros ni segundos) gran flautista del Rock y su banda, se merecen lo mismo, a mi entender, que Anderson: hablo, por supuesto, de Andy Latimer y Camel.
Saludos!!!