Como ya comenté en alguna ocasión, desde muy temprana edad fui seducido por el sabor metálico y los vibrantes sonidos de la armónica, un artilugio relativamente sencillo de tocar, si no hay demasiada exigencia, cómodo de transportar y asequible de comprar. La primera que tuve en mi niñez era de juguete, hasta que en mi adolescencia se cruzó en mi camino Angel, un amigo enganchado a ese instrumento, a Bob Dylan y a los Beatles, él tuvo mucha culpa de mi fervor por ella y por ellos. Todo eso desembocó en la adquisición de mi Hohner afinada a octavo. Después aparecería el carismático Chule el pintor, con una diatónica y una cuestionable habilidad para tocar blues, pero cuando soplaba amenizaba las gélidas noches de banco de cuatro patas.
He tenido algunos escarceos más con la armónica, que no voy a contar porque ya vais sabiendo demasiado (forasteros), y aunque hace ya tiempo que no la manoseo, todavía me atrevería a entonar Love me Do, es como montar en bicicleta.
Por esta personal historia, tenía en mente elaborar una reseña con ella de protagonista y ha llegado el día, es más, ....va a haber varios días, si os parece bien y si no también (desde el cariño). Lo digo porque muchas veces no apreciamos el papel tan relevante e importante que este pequeño, sencillo, cómodo y asequible instrumento ha tenido desde los inicios del rock hasta nuestros días. En MM ya han salido varias canciones muy representativas de lo que me quiero referir; unas con armónicas suaves y delicadas como en Crazy, otras potentes y presumidas como en Piano man, rebeldes y reivindicativas como en Mr Tambourine Man, históricas y populares como en Manish Boy o desoladas y misteriosas como en Mary Jane's Last Dance.
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Imagen editada en Wall-Art-Blues |
Lo que se conoce de los inicios de la armónica datan de hace más de 5000 años en China, por lo visto una emperatriz tenía un chisme de lengüeta conocido como sheng (voz sublime). Pero no fue hasta el siglo XIX, cuando se inventó en la República Checa como la conocemos hoy y los alemanes, tan espabilados como siempre, la empezaron a comercializar (Matthias Hohner). El boom vino, nunca mejor dicho, durante la Guerra de Secesión americana, a partir de aquí la armónica y el blues han ido de la mano extendiéndose por todo el mundo.
En España en los años cincuenta tuvimos un campeón mundial, el profesor Joaquim Fusté Alcalà.
Las hay de varios tipos, según afinaciones y usos: cromática, diatónica, de trémolo, octavada, orquestal...., estas son las más destacables, sobre todo las dos primeras, nuestras protagonistas de hoy.
Para iniciar nuestra singladura, qué mejor que hacerlo desde sus raíces, viajando a los tristes sonidos afroamericanos del delta del Mississippi y Chicago. La integración de la armónica en los años de opresión racial y sufrimiento, provocó una perfecta simbiosis cargada de sentimiento y evasión durante los tiempos difíciles. Años después, ese Blues, formaría parte del nacimiento del Rock & roll.
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De pequeño tamaño para abarcarles con las manos |
Hubo y hay muchos armonicistas que han pasado a los anales de la historia del blues, la lista es larga: Sonny Boy Williamson I, Slim Harpo, Big Walter “Shakey” Horton, Sonny Boy Williamson II (era corriente ponerse el nombre de sus ídolos), etc.
Pero el verdadero mesías, el genio que revolucionó, innovó y supo sacar todo lo que puede dar este instrumento, fue Little Walter. Marion Walter Jacobs, su nombre mortal, es considerado el artífice del sonido de Chicago, pero pasó lo que ocurría con cierta frecuencia en aquellos ambientes, era alcohólico, jugador y pendenciero, murió en 1968 de una trombosis como consecuencia de una pelea. Aquí le tenemos en un directo instrumental, ¡alucinante!
Bueno, hoy para ir haciendo boca no está nada mal. Faltan muchos más de otros estilos que ya iremos viendo en otras publicaciones aleatorias, muchos de raza blanca y también mujeres, ¡naturalmente!
De postre, una muestra de un disco que para aquellos que gustéis de la armónica no os podéis perder, Harp Attack! (1990). Cuatro monstruos del gremio juntos.
James Cotton.- Integrante de la banda de Muddy Waters en la de la década de los 50. Más adelante formó su propia banda, James Cotton Band. Fue alumno de Sonny Boy Williamson II.
Junior Wells.- Sustituyó a Walter en la banda de Muddy. Entre otras participó en grabaciones con los Rolling Stones. Murió en 1998.
Carey Bell.- Tambien pasó por la banda de Waters en los 70 y por la Willie Dixon Band. Saxofonista de Jazz frustrado, fue uno de los mayores virtuosos de la cromática. Falleció en 2007.
Billy Branch.- Descubrimiento de Willie Dixon, ha recibido tres nominaciones a los Grammy (una se la ganaron BB King y Eric Clapton). Creó Blues en las Escuelas para enseñar a los más desfavorecidos. Durante un viaje a Turquía repartió unas clases a sus líderes políticos.
Y una experiencia religiosa, como diría Enriquito Iglesias, aquel que no haya tocado nunca un rondín (su curioso nombre en Perú), le aconsejo que lo haga, es raro que no le guste, sin tener ni idea siempre nos quedará la improvisación y ahuecar las manos como si fuéramos unos virtuosos ;)
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