No sé si sería el espíritu de la Navidad o la melancolía del hogar y las familias, pero el caso es que en la Navidad de 1914 y en plena Primera Guerra Mundial se dio una tregua "no oficial" entre
los alemanes y los británicos.
Desde Alemania, con ocasión de una fecha tan señalada, se enviaron al frente raciones extra de comida, algún licor y motivos navideños para hacerles más llevaderos aquellos días.
Los alemanes comenzaron a entonar villancicos y los británicos no quisieron ser menos y también lo hicieron. Lo que en un principio parecía un pique de villancicos terminó con banderas blancas por ambos bandos y una reunión de las tropas en una zona neutral entre las trincheras. De la desconfianza pronto se pasó a la camaradería, a compartir lo poco que tenían, intercambiar prisioneros, ceremonias religiosas conjuntas, incluso se llegó a disputar un partido de fútbol del que lo menos importante fue el resultado.
Cuando los mandos se enteraron de aquella tregua oficiosa, arrestaron a algunos soldados, a otros los dispersaron por frentes distintos, destruyeron las pruebas de aquel día y se censuraron todas las noticias en los medios.
Nunca más permitirían que aquello volviese a suceder, pero en la Navidad de 1914 ocurrió... y esta canción es un pequeño homenaje a aquellos soldados desconocidos.
Desde que tuve conocimiento la existencia de esta tregua, siempre me ha gustado leer sobre ella aunque conociera el desenlace.
ResponderEliminarUna buena manera de enlazar música e historia, Javier. Gracias
Buen artículo, corto, conciso y contundente, Javier.
ResponderEliminarcómo se nota que te va la historia ;)
Una enternecedora historia y el primer éxito de McCartney.
Me sonaba que la habían transladado a la gran pantalla y efectivamente con la película francesa Joyeux Noël (2005)
Un cordial saludo Javier
Un placer poder contar la historia de una canción basada en un hecho tan real como extraordinario.
ResponderEliminarSaludos
Jejeje. Hace poco hablé de dicho partido en mi blog.
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