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Cartelón del Rock Fest Barcelona 2015 |
Han sido 5 días intensos, divertidos a la vez que duros, inolvidables. Y agotadores, tanto que pensé que no resucitaría a tiempo para escribir esta suerte de reportaje. Un reportaje que, al igual que el realizado sobre Morrissey en el SOS 4.8, se trata de una reseña muy personal, tan solo de las bandas que elegimos para ver, y con un punto de vista muy subjetivo, el mío. Por lo cual no me extrañará ni molestará que muchos de vosotros no compartáis mi particular visión sobre lo acaecido en Santa Coloma de Gramenet y Montmeló.
Tras más de 700 Km, justo cuando el sol comenzaba a atenuar levemente el cruel castigo al que nos sometió durante gran parte de esta experiencia, llegamos a la zona de acampada habilitada junto al Circuito de Montmeló. Después de la necesaria colocación de la pulsera roja -esa que si se te rompe o pierdes te jode el viaje- nos dispusimos a montar la que sería nuestra casa durante los siguientes 4 días. Lo bueno que tiene llegar un día antes de que comience el festival es que aun queda algún pequeño hueco en el que colocar la tienda de campaña bajo los árboles y así protegernos levemente de la tiranía ejercida por el astro rey. Incluso nos dio tiempo a darnos un chapuzón en la piscina colocada en el recinto por la organización.
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¿El Guerra bebiendo agua? |
Al día siguiente la resaca era de aupa, las tiendas de campaña crecían cual champiñones por la zona arbolada (era casi imposible abandonar el lugar sin tropezarte dos o tres veces con los vientos de las tiendas o con alguna botella, chancla o esterilla), el agua de la piscina iba adquiriendo un sospechoso tono verde, recargar el móvil en la zona habilitada a tal efecto resultaba misión imposible y el calor seguía haciendo de las suyas. Sin embargo nada era capaz de minar lo más mínimo nuestro ánimo, hoy tocaba Dream Theater. Y es que para nosotros Petrucci y compañía eran nuestros cabezas de cartel; dicho de otro modo, si no hubiera venido Dream Theater, no hubiéramos acudido al festival.
Así que tras un agónico y eterno desplazamiento al Can Zam debido al atasco y después de superar la interminable cola con el sonido de Rosendo de fondo para adquirir la pulsera (esta vez amarilla) para los 3 días, por fin pudimos acceder al enorme recinto. Llegábamos tarde, así que rápidamente nos fuimos a las primeras filas del escenario izquierdo desde donde pudimos ver el concierto de Sabaton. Si hubiera que definir la actuación de los suecos en una sola palabra, esa sería simpática, algo que se resume perfectamente en la anécdota que protagonizó el vocalista Joakim Bróden con un niño de 10 años a quién regaló sus gafas de sol tras decirle que sus padres molaban.
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Dream Theater en su despedida |
Las crónicas que he podido leer no han sido muy favorables, pero he de reconocer que yo no soy nada objetivo cuando escribo sobre los Theater. Muy activo y agradable LaBrie, excelente Petrucci (que parecía El Cigala) como siempre, Jordan Rudess, al contrario que John Myung, súper simpático, aunque yo siempre seré más de Kevin Moore, algo parecido de lo que me sucede con Mangini, Portnoy siempre será mi Nº1.
Respecto al setlist, en líneas generales es bastante coherente y hasta de agradecer pretender tocar al menos una canción de cada LP, pero con tan solo una hora de show tuvieron que desechar algunas, como Caught in a web del Awake por ejemplo. Al menos siempre nos quedará la satisfacción de haber visto en directo Metropolis Pt.1, The Spirit carries on o As I am, ya nos podemos morir tranquilos.
Una vez se despidieron los músicos, nos retiramos de la zona caliente. Lo habíamos dado todo, tanto que incluso un pequeño desfallecimiento nos hizo plantearnos perdernos a Scorpions, algo que por supuesto no permitimos. Mientras recuperábamos fuerzas pudimos sorprendentemente disfrutar de Status Quo. Y digo lo de sorprendente porque no somos muy fans de estos tipos que digamos. Sin embargo, y con 52 años de carrera, estos jubiletas dieron una lección de energía y de como se debe tocar en un concierto. Creo que no volví a escuchar un sonido tan limpio en todo el festival.
Llegaba el plato fuerte del día, Scorpions, y con ellos la gran decepción. Y no porque no estuvieran a la altura (a destacar Meine, quien demostró que sigue en plena forma), si no porque hubo una falta de feeling con el público realmente alarmante. Incluso al batería James Kottak durante su show en solitario se le vio algo molesto y hasta desesperado con la audiencia por su falta de ánimo.
Obviando la polémica anécdota a causa de la exposición de la bandera de España en la impresionante pantalla del escenario -entiendo que no hubo ánimo de provocación, simplemente ignorancia por parte de los germanos- todos disfrutamos con clásicos como Blackout, Wind of Change, Big City Nights, Still loving you o Rock you like an hurricane. Saxon y W.A.S.P los dejamos para otra ocasión.
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Imagen editada desde la página RFBCN |
El segundo día comenzó mejor que el primero, o sea, sin atasco y sin colas para entrar. Mientras irrumpíamos nuevamente y ojeábamos camisetas en la zona de merchandising, pude disfrutar de algunos temas que me gustan mucho de Los Ángeles del Infierno, como Fuera de la Ley, Al otro lado del silencio, Pensando en ti o Maldito sea tu nombre.
He de admitir que no había casi reparado en la presencia de Helloween en el cartel de este año, no se, los tenía un poco olvidados, la formación está totalmente remodelada y tenía más ilusión por ver a otros grupos. Además ya los había visto en Los Alcázares hace casi 20 años, y en aquella ocasión quedaron muy a la sombra de Iron Maiden.
Sin embargo dos bofetadas hicieron que se me quitara violentamente la tontuna: Eagle fly free y Dr.Stain me sacudieron de manera implacable, haciéndome recordar de inmediato cuanto amo a los Keepers. Muy extrovertido y cordial Andi Deris chapurreando algo de castellano (de sus veraneos en Las Canarias, supongo) y delirante el magnífico Medley (popurrí) que se marcaron, una genial manera de incluir fragmentos de canciones largas como Halloween o Keeper of the seven keys; y si además le añades I can, Are you Metal y la tremenda Sole Survivor, el entusiasmo alcanza cotas muy muy altas.
Pero lo mejor estaba aun por llegar, Future World más la legendaria y soberbia I want out remataron la actuación de manera apasionante, algo a lo que sin duda contribuyó la oportuna lluvia presente en el apoteosis final. Lo dicho, para mí, de lo mejorcito del festival.
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Twisted Sister pateando traseros |
Bonito el homenaje de mi admirado Mike Portnoy al desaparecido A.J. Pero realizando un solo de batería calcado mientras aparecían las imágenes del mítico batería de la banda. En fin, una gozada poder disfrutar en directo de cortes tan míticos como I believe in Rock N´Roll, We´re not gonna take it (incluyendo la famosa coña del "huevos con aceite") o I wanna Rock.
Seguidamente aparecieron los Europe en el escenario contiguo. Parece que por Joey Tempest no pasa el tiempo, su impoluta sonrisa deslumbraba más que los focos del escenario, está igual que hace dos años cuando los vi junto a Whitesnake y Def Leppard. Fue sin duda una función más tranquila, las dos anteriores nos habían dejado extasiados, lo cual no impidió la diversión mientras sonaban Supertitious, Scream of anger, Sign of the times o Rock the night. Lo mejor de nuevo el final, en el que la lluvia volvió a hacer acto de presencia mientras The final countdown hacía las delicias de los más nostálgicos.
Nos quedamos con ganas de ver a Annihilator, pero preferimos guardar energías para el día siguiente.
Porque el día siguiente traía consigo uno de los platos fuertes, Judas Priest ni más ni menos. Por esa razón optamos por aguantar en el camping embriagándonos hasta el momento justo de la aparición de Rob Halford y compañía.
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Dando buena cuenta del Red Label |
Durante el acceso y mientras tomábamos posiciones, tuve la suerte de poder vibrar con los Accept, en especial con Restless and wild, Fast as a shark y Balls to the Walls.
Nada más salir los Judas al escenario se intuía que iba a pasar algo gordo. Y es que los reyes del Metal nos propinaron una descarga de tal calibre que nos dejaron temblando. Recuerdo que vibré la primera vez que los vi hace más de una década en Lorca, pero no es comparable a lo que sentí en Barcelona.
La voz del anciano Halford nos puso las orejas de punta con agudos imposibles (aunque a veces ayudado por efectos), las guitarras de Tipton y Faulkner cortaban más afiladas que nunca y Scott Travis hacía que se te saliera el corazón del pecho.
Fue increíble de principio a fin. Yo disfruté especialmente con los clásicos Turbo Lover, Breakin the law, Electric eyes y You´ve got another thing comin´. Para rematar la fenomenal faena nada mejor que el trallazo metálico por antonomasia Painkiller y la festiva Living after midnight para poner la guinda al pastel.
Dedicada a El Guerra, mi compañero, mi amigo, mi hermano. Sin ti no hubiera sido lo mismo.
Vaya, que te lo has pasado de pena ¿no?
ResponderEliminarGuarda bien los tickets para que el departamento de contabilidad te los abone :D
No estoy seguro que en las arcas del blog haya fondos suficientes para tal desembolso, podríamos montar un crowdfunding ;D
EliminarMe has dejado con la duda de qué le pasó a los W.A.S.P.
ResponderEliminarDeris tiene casa en Canarias. De ahí que hable el español.
Las crónicas que he leído no son muy favorables que digamos. El horario (las 2 de la mañana) y la baja forma de Blackie Lawless -tanto vocal como física- hicieron demasiada mella.
EliminarCuando estaba escribiendo esta reseña, estaba seguro que comentarías. Muchas gracias Álvaro por estar siempre ahí, un abrazo.