Os pongo en situación. 1994. Verano. Tirados en la acera, bocadillos, bicicletas, cartas. Un grupo de chicos y chicas se reúnen todas las noches en la calle. Una de las chicas suele sacar un radio-cassette a pilas, de las gordas. Una cinta muy trillada de tantas y tantas grabaciones. Un montón de canciones grabadas de la radio interrumpidas bruscamente por la sintonía de los 40 Principales: Crazy de Aerosmith, Baby I love your way de Big Mountain, La soledad de Laura Pausini, I swear de All 4 One, The most beautiful girl in the world de Prince, El Canario de No me pises que llevo chanclas...
De entre todas ellas, y pasados ya muchos años, la canción que mejor rememora aquellas irrepetibles sensaciones adolescentes, The Sign.
Estoy seguro que cuando los tres hermanos Berggren (Jonas el mayor, Malin la rubia y Jenny la morena) comenzaron, siendo unos niños y junto a sus padres, a cantar junto a un piano, jamás pensaron que llegarían tan alto. Tan alto que de hecho, tras ABBA y Roxette, Ace of Base son considerados la formación sueca más exitosa de siempre. Algo impensable cuando Jonas, el líder espiritual de la banda, convenció a sus hermanas, las cuales cantaban en la iglesia local de Gotemburgo, para que en el sótano de casa comenzaran a realizar varias maquetas, algunas de las cuales fueron incluso utilizadas en su primer trabajo.
La incorporación del cuarto miembro, el guaperas Ulf Ekberg, además de producir un cambio de nombre de Tech Noir (sacado del letrero de una discoteca que aparece en la película Terminator) al definitivo Ace of base (algo así como Los ases del sótano), produjo un aumento respecto a la calidad y cantidad compositiva. Tras intentarlo en su Suecia natal se vieron obligados a probar suerte en Dinamarca, donde finalmente lograron publicar su primer trabajo.
Happy Nation es un álbum lleno de melodías mezcla de Pop, Dance, Techno y Reggae que llegó al Nº1 en la mayoría de países europeos. Primero fue el tema Wheel of fortune el que se convirtió en un éxito en toda Escandinavia, y después la conocidísima All that she wants la que finalmente arrasó en casi todo el continente.
A pesar de los esfuerzos de la discográfica, los suecos no eran conocidos en EEUU y todo parecía indicar que nunca lo serían. Sin embargo una casualidad lo cambió todo:
Clive Davis, dueño de Arista Records, una de las mayores discográficas de EEUU y Asia, mientras se encontraba navegando en su yate por el Mediterráneo visualizó a Ace of Base por MTV. Tan pronto como desembarcó en Copenhage adquirió los derechos para su distribución a nivel mundial. Para ello, lanzan al mercado The Sign, o lo que es lo mismo, la versión americana de Happy Nation. La diferencia es que este incluía versiones remasterizadas de Voulez-Vous Danser y Happy Nation y contenía tres nuevos tracks, Don't turn around, Living in danger y el megahit The sign, cuyo videoclip visualicé una y otra vez por la pegadiza canción en sí y por la rubita de las coletitas, que siempre me recordó a la morbosa Sharon Stone, muy de moda entre los adolescentes en aquella época : O
The Sign vendió 23 millones de copias y quedó estampado en el Libro Guinness de los Records como el álbum debut con mayores ventas en el mundo (No era Appetite for Destruction?), además de llegar al Nº1 del Billboard simultáneamente con el single, algo realmente asombroso, y de haber conseguido tres singles Nº1 consecutivos en los EEUU.
A partir de ahí el grupo va perdiendo sucesivamente notoriedad con el paso de los años, hasta que en 2007 Malin abandona la formación, solo dos años antes de que también lo hiciera su hermana Jenny. Sin embargo los dos chicos parecen no rendirse y en 2010 publican The Golden Ratio junto con nuevas y jóvenes vocalistas.
Al ver mi correo ya iba a echarme purpurina por el pelo pero veo que no :)) Buenos recuerdos me trae este artículo. Tenía los discos degastados de tanto pincharlo.
ResponderEliminarSaludos
Jeje no guardes la purpurina, nunca se sabe...
EliminarSaludos Félix
Pues que quieres que te diga. No tengo nada de este grupo, pero no me importan escucharlos.
ResponderEliminarConsiguieron melodías efectivas e inmediatas. Y por lo menos, dentro del mainstream, no eran una basura.
Me ha gustado recordarlos.
Saludos sintéticos.
Muy de acuerdo, nunca desagrada volver a escucharlos, más bien lo contrario.
EliminarSaludos.