Otro ejemplo más de la evolución que se produce desde que nace una canción, o desde que se tiene conocimiento de su existencia, hasta que después de una larga travesía por distintos géneros, dependiendo de quien la esté "usando", llega a ser un éxito que monopoliza su fama y la retiene en nuestra memoria.
Los orígenes de Black Betty la ubican como un canto de trabajo (work song), supuestamente en el siglo XVIII, dentro del repertorio folk y blues de los esclavos negros en los EE.UU. de aquella época. Tampoco se sabe a ciencia cierta a quién o a qué se refería Negra Bettty. Podría estar dedicada al mosquetón de los guardias, que tuviera la culata negra, el "babalam" de la canción parece referirse al sonido al disparar. Otras interpretaciones hablan de una prostituta, o de una botella de whisky que los compañeros de fatigas regalaban a quien se casaba y que se la bebían entre todos.
La primera grabación de la canción fue realizada en 1933 por los musicólogos americanos John y Alan Lomax, padre e hijo especializados en recopilar para el Congreso todas las músicas de todos los rincones del país, estaba cantada a capela por el convicto James Baker (conocido como Iron Head).
En 1939, Huddie "Leadbelly o Lead Belly" Ledbetter, otro condenado a veinte años por tentativa de homicidio en unos tiempos en los que la legítima defensa para un negro no existía, la grabaría también a capela, aunque posteriormente le añadió un acompañamiento de guitarra. Leadbelly fue un músico y compositor negro, maestro de las doce cuerdas y dedicado principalmente a recuperar canciones de folk y de blues.
A partir de aquí, han sido legión los artistas que han hecho versiones de Black Betty, como en 1964 hizo Odetta, Dave “Snaker” Ray, Harry Belafonte, el propio Alan Lomax, hasta Manfred Mann (1972) y más recientemente Nick Cave & The Bad Seeds (1986), Mina (1989) o Young Fresh Fellows (1991). Incluso el amigo Tom Jones hizo su versión bailable en el 2003 y al año siguiente, la banda australiana Spiderbait la grabó y consiguió llegar al Nº1 en su país. Podéis apreciar algunas de estas versiones en la ficha.
Pero su momento triunfal, después de 44 años desde su primera grabación, llegaría con esta versión rock que realizó Ram Jam en 1977. La canción se convirtió en un éxito instantáneo en el público de los Estados Unidos, de Europa y de Australia. Un rif de guitarra pegadizo, con cambios de ritmo a la usanza de los 70 y un estribillo simple, poco queda de la original aunque la letra no se tocó. Y lo que han cambiado las cosas,.... dicha letra fue boicoteada por los grupos de derechos civiles NAACP y Congress of Racial Equality, que aseguraban que insultaba a las mujeres negras.
Casualmente, este pasado fin de semana, nuestro bicampeón europeo de patinaje artístico Javier Fernandez, eligió Black Betty en la final del Grand Prix de Barcelona y en uno de esos acrobáticos e increíbles saltos se fue al hielo (ficha). Aunque al día siguiente remontó y se llevó la medalla de plata, a Javier suponemos que ya no le gustará mucho esta buena canción, c'est la vie.
Otra gozada sin desperdicio.
ResponderEliminarSaludos sintéticos.
Un temazo impresionante y una portentosa adaptación. Muy buena reivindicación y artículo. Saludos.
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