Al igual que sucedió con Joe Satriani y Black Crowes, la entrada de hoy está dedicada a todo un álbum al completo, y no a una canción en particular. La razón no puede ser más simple, Images and words es mi disco favorito (no sólo lo pienso yo). Por ello espero que podáis entender y disculpar el largo texto que espera a continuación...
Y es que hay discos que están predestinados a cruzarse en tu camino para no abandonarte jamás. No sé si fue el destino o la pura casualidad la culpable de que mi chica me regalara este CD, simplemente porque al verlo en una tienda le pareció que yo alguna vez le hablé de Dream Theater, algo no muy probable ya que por aquel entonces yo apenas los conocía.
Así que gracias a este casual y feliz malentendido Images and words llegó a mi vida. No sé realmente si es el mejor disco que he escuchado alguna vez, pero de lo que estoy seguro es que ha sido el álbum que me hizo ver la música de otro modo, el que marcó una de las mejores épocas de mi vida y el que llevó mis emociones a unos niveles que jamás creí que la música pudiese conseguir, y que aun sigue logrando. Si no es el mejor disco me da igual, es MI DISCO.
La historia de Dream Theater comienza en 1985 en el Berklee College of Music of Boston, donde estudiaban Mike Portnoy, John Petrucci y John Myung. Este tridente inició su andadura realizando covers de Rush o Iron Maiden bajo el nombre de Majesty, pero tras ser demandados por un grupo de Las Vegas tuvieron que cambiar el nombre a Dream Theater. Poco después se incorpora el pianista Kevin Moore, amigo de la infancia de Petrucci, y tras despedir a Chris Collins deciden que Charlie Dominici sea el encargado de las vocales en su primer trabajo en 1989, When dream and day unite, un álbum en el que, aunque ya se vislumbran sus posibilidades y cualidades técnicas y progresivas en temas como A fortune in lies o The killing hand, no llega a alcanzar la majestuosidad y perfección de su predecesor.
Images and words se publica en 1992. En él debutan David Prater, productor de éxito que supo mejorar el sonido de la banda especialmente de la batería de Portnoy, y James LaBrie en las voces en reemplazo de Dominici, debido a las limitaciones que mostraba respecto a los demás integrantes de la banda.
![]() |
Dream Theater en el ´92 |
Y como es un trabajo que no tiene ni una milésima de segundo de desperdicio, vamos a comentar todos y cada uno de sus cortes:
Pull me under: Fue el primer single y uno de sus mayores aciertos, ya que supieron dotar al tema de una cierta y necesaria comercialidad sin renunciar a la complejidad técnica, o sea, virtuosismo accesible que llegó a convertirse en un notable hit en MTV.
La tranquila introducción nos lleva mediante el galopante ritmo de la batería, una firme base de bajo y unos vistosos teclados hasta un pegadizo estribillo y un impresionante solo de Petrucci. Bajo una envolvente atmósfera y tras ritmos algo más pesados, el tema finaliza de forma abrupta para enfatizar sobre la repentina e inesperada naturaleza de la muerte tras escuchar a LaBrie susurrando una estrofa de Shakespeare: “Oh that this too, too solid flesh would melt” "(Oh esto es tan, tan sólido que la piel se podría derretir)". Y es que Kevin Moore escribió la letra en referencia a la obra Hamlet contada a través de los ojos del propio Príncipe aludiendo a su deseo de cobrar venganza por su padre a costa de su propia cordura.
En el videoclip por razones comerciales, la canción se editó recortando su longitud.
Another day: Una perfecta combinación de técnica y sentimiento, una elegante y delicada balada con tintes melódicos que desemboca en un final muy emotivo. Destaca sobremanera la distinción y pasión que el saxo de Jay Beckestein, del grupo Spyro Gyra le confiere al tema. Para la parte final grabó 8 versiones improvisadas diferentes, pero solo una fue puesta en la canción.
LaBrie por su parte realiza un exquisito trabajo vocal, al igual que la excelsa guitarra de Petrucci, que nunca decepciona. Destacar también el trabajo de Moore, cuyos bellas notas de piano junto al protagonista saxo, crean una irrepetible y inspiradora atmósfera.
La letra fue escrita por John Petrucci acerca de la lucha de su padre contra el cáncer. Fue el 2º single.
Take the time: El tercer y último single con videoclip (también reducido) fue escrito con composiciones independientes de todos los integrantes de la banda (a excepción lógicamente de LaBrie) para mostrar los sentimientos que la larga y frustrante búsqueda del nuevo vocalista les causó.
Prepondera el poderoso bajo de Myung, que junto a los acelerados pedales de Portnoy otorgan al tema de un frenético compás lleno de multitud cambios de ritmos e infinidad de matices que van desde el Funki hasta el Jazz. Inolvidable el duelo entre la guitarra y los teclados sin olvidar las distorsionadas y arrítmicas notas del aviolinado sintetizador. Para volverse loco, pero de gusto.
Surrounded: Tengo que reconocer que LaBrie, sin tratar en absoluto de menospreciar su gran técnica y calidad vocal, nunca fue objeto de mi devoción. Sin embargo en esta canción ejecuta tal vez su mejor interpretación, sensible, melódica, poderosa que va in crescendo conforme avanza el tema, para demostrar todas sus facultades en un emocionante estribillo final. La lenta introducción es prácticamente idéntica a Father to son de Queen, para después convertirse en un medio tiempo muy aorero capitaneado por el excepcional juego de charles y la perfecta arritmia de la batería de Portnoy, además de unos vistosos teclados, que junto a la suave voz de LaBrie cierran el tema igual que lo comenzaron, en una estructura circular.
La letra de Moore no tiene un significado claro, al parecer pretende acercarse al concepto de iluminación espiritual. La banda se la dedicaba en directo a Arthur Ashe, un pionero tenista afroamericano que murió de SIDA.
Personalmente es mi canción favorita del disco, del grupo y casi de toda mi vida, ahí queda.
Metropolis Pt. 1: The miracle and the sleeper: Cuando pensábamos que nuestra capacidad de asombro había superado los límites de lo humano, aparece esta joya para dejarnos noqueados y confirmar que no estamos ante un álbum cualquiera.
Es una mini suite de 9 minutos de corte épico y fantástico donde se demuestra definitivamente el inmenso talento de todos los componentes. Incluso para muchos es la mejor canción que jamás haya creado Dream Theater, algo de otro mundo.
Al escribirla Petrucci se basó en la historia del vínculo telepático entre Rómulo y Remo (aquí llamados Miracle y Sleeper) de La Eneida de Virgilio. Lo de Pt.1 fue en principio puesto a modo de broma, sin embargo al convertirse en uno de los más aclamados por los fans, decidieron crear una 2ª parte en forma de tema de 20 minutos e incluirlo en Falling into infinity, aunque finalmente resolvieron ir más allá y crear un álbum conceptual entero: Metropolis Pt. 2: Scenes from a memory.
Under a glass moon: Es el corte más Heavy y pesado del disco. Se especula que fue escrita por Petrucci colocado, algo nunca reconocido. Trata de manera muy poética los pensamientos y sentimientos del propio autor que espera en su coche a la chica a la que piensa pedirle matrimonio mientras observa fijamente el reflejo de la luz de la farola sobre las gotas de lluvia.
El fantástico solo de guitarra de Petrucci fue posicionado en el puesto 98 de la lista de los 100 mejores de la historia.
Wait for sleep: Creo que el vacío que dejó el mágico Kevin Moore en el ´94 nunca fue del todo llenado, ni tan siquiera por el coloso Jordan Rudess. Un buen ejemplo es esta cautivadora, fascinante e inspiradora composición en la que los teclados y la voz pelean por ver quien es capaz de estremecerte más. La letra de Moore, inspirada en un amigo que perdió su fe por los malos momentos, trata de los temores de una mujer mientras espera a dormirse.
Learning to live: El corte más largo es el que pone el broche final a esta soberbia obra. La autoría corresponde a Myung y cuya letra habla sobre la epidemia del SIDA, algunas directamente extraídas del libro La rebelión de Atlas de Ayn Rand.
Por el final del tema se puede escuchar en dos ocasiones el motivo principal de Wait for sleep y también el riff inicial de Pull me under.
Para terminar por fin decir que la portada, según Portnoy, fue ideada por Moore y está inspirado en el Sagrado Corazón de Jesús , el alambre de espino representa los obstáculos y las dificultades, el corazón fuerza y resistencia, y el fuego energía y pasión. Los agradecimientos que aparecen en el álbum a Marillion es por el apoyo que recibieron de ellos en sus comienzos. De manera más irónica también agradecieron a Fates Warning por referirse a ellos como "Dream Theatre", error que la virtuosa banda de hoy detesta.
Para los temas que no fueron singles he decidido poner la versión original de estudio, para así poder apreciar cada canción más detalladamente. En Bonus Tracks podrás escuchar varias de ellas en directo extraídas del magnífico e inolvidable Live at the Marquee del ´93.
Tarde pero abundante ;)
ResponderEliminarMás bien tarde por abundante :O
Eliminar