Reconozco que nunca he sido muy de música cantada en español, salvo contadas excepciones. Y mucho menos flamencoso. Pero El último de la fila son palabras mayores. Sus canciones, reproducidas a todas horas desde una ventana del barrio, acompañaron nuestros juegos en las calles en mi infancia. Ya casi desde entonces siento un profundo respeto por Quimi Portet y Manolo García, algo que se ratifica al conocer el hecho de que nunca publicaron discos en directo, nunca hicieron versiones y nunca se ha producido la reunión de ambos a pesar del vil metal. El 13 de enero de 1998 está marcado en el calendario como una de las fechas más tristes de la música española. Ambos sentían que ya habían dado todo lo que podían dar juntos, iniciando caminos separados.
Quimi se unió a Los Rápidos, más tarde fueron Los Burros y finalmente El último de la fila, nombre sacado de una estrofa de una canción de un grupo musical australiano. Tras ganar un concurso de maquetas les llegó el éxito publicando siete maravillosos discos. Como la cabeza al sombrero y Nuevo pequeño catálogo de seres y estares son auténticas joyas, sin olvidar Enemigos de lo ajeno, el Mejor disco de la historia del rock español según la revista Rolling Stone.
Creo que su éxito, más allá de la coherencia de sus trayectorias, de la fidelidad de sus adeptos y de su calidad musical, reside en la sencilla profundidad de sus letras, capaz de atravesar tus huesos y llegar directamente a lo más hondo de tu alma. El toque flamenco de la voz de Manolo es el complemento idóneo al surrealista carácter musical de Quimi. Tal mezcla evoca sensaciones que van desde la melancolía, la soledad y el desamor hasta situaciones cotidianas y callejeras, utilizando complicadas metáforas para expresar emociones simples y básicas.
Aviones plateados es una historia de arrepentimiento, de celos y de culpabilidad de alguien que ha perdido lo que más quería por no saber apreciarlo, y que ahora se encuentra en una irreversible soledad buscando obsesivamente una explicación sin fuerzas ni tan siquiera para salir de su habitación. Nunca entendí muy bien lo de los aviones, ¿y que más dá? Me sigue poniendo los pelos de punta.
Fue Aviones plateados, pero podían haber sido Canta por mí, Insurrección, Cuando el mar te tenga o Como un burro amarrado a la puerta del baile, todas ellas banda sonora de aquel maravilloso viaje a Lisboa.
Una época, aquellos garitos... y esta canción de fondo alimentando las ilusiones nocturnas de un grupo de jovenes desenfadados y con ganas de comerse el mundo..., dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, no siempre es así, pero este tema es muestra de ello...
ResponderEliminarP:D. .- Más que la calidad de la canción, aceptable, es lo que simboliza para el que suscribe ;)
ResponderEliminarEs increíble como una canción puede evocar un momento, un lugar, una emoción. Es lo que en este blog llamamos "el milagro de la música"...
Eliminarhola Jakesnake, leo tus palabras y me llevan al recuerdo de una prematura juventud y que si a ti te traslada a un viaje a Lisboa a mi me traslada a un viaje, allá por el 1991, a Pontevedra. Lo de los aviones plateados creo que era evidente que la imagen que se tiene desde el tejado de cualquier ciudad cerca de un aeropuerto, y plateados por el color de las bodegas de los aviones por aquella época. un saludo.
ResponderEliminarDe acuerdo contigo en lo de "aviones plateados". Yo me refería más bien al sentido metafórico del asunto, en lo que podía significar dentro del contexto de la letra de la canción. No olvidemos que incluso da título al tema.
EliminarGracias por comentar, saludos
A ver, si te dice que hay aviones pasando rozando los tejados te está diciendo que no es precisamente un barrio rico, la escena transcurre en un barrio de la periferia, un barrio "obrero". Te está enmarcando la situación sin tener que decírtelo explícitamente.
EliminarNo sabía que era el mejor disco en español según la Rolling Stone pero desde luego es el disco que me llevaría a una isla desierta sin dudarlo. Es un disco maravilloso lleno de canciones perfectas, entre ellas este Aviones Plateados que ha formado parte de la banda sonora de mi vida desde siempre. Creo que lo de los aviones plateados no encierra ninguna metáfora y eso que este es un disco lleno de lirismo, es una imagen que puedes hacer perfectamente, saliendo al balcón. viendo pasar aviones y pensando lo tont@ que fuistes dejando escapar a ese alguien. No sé...es lo que siempre he pensado.
ResponderEliminarComo digo estos tíos sabían describir sensaciones en sí complicadas mediante perfectas metáforas que te hacían dibujar una imagen mental acertadísima de una determinada situación perfectamente identificable por el que escucha, como por ejemplo aquello de "vestido y en la cama, vigilo tu ventana"
EliminarGran abrazo Tina, perdón por la tardanza en responder.
Los aviones plateados es tan sólo una fotografía de un instante, que tal vez alguno de vosotros haya vivido en alguna ocasión, ese "estar" en un bloque de pisos de mierda, en un barrio de mierda, sin pareja, sin apenas dinero, sin objetivos a corto plazo, tirado en la cama, deprimido, mirando afuera por la ventana y de repente un avión pasa volando por encima de los bloques de enfrente, inalcanzable, brillando por el reflejo del sol haciéndote pensar que eres aún más pequeño/a e insignificante de lo que pensabas. Tan sólo eso.
ResponderEliminarCompro tu interpretación, es más menos lo que yo podría pensar, aunque seguro que otro podría tener otro tipo de explicación, aunque seguro que no muy alejada de la tuya.
EliminarSaludos y gracias.