Hablar de Elvis Presley es hablar de uno de los personajes más importantes de todo el s.XX, más allá incluso del ámbito musical. Su éxito explota de manera fulgurante en 1956 gracias a su voz negra en un cantante blanco y a su bella presencia, que junto con sus característicos movimientos pélvicos originaron por primera vez el fenómeno teenager. Había nacido El Rey del Rock, a pesar de no ser uno de los pioneros reales como lo fueron Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Roy Orbison o Johnny Cash, y ni tan siquiera ser compositor de la mayoría de sus canciones. Pero, tal y como dijo John Lennon, antes de Elvis no había nada.
Fue complicado elegir una canción del artista criado en Memphis, pero siento una cierta debilidad sentimental hacia El rock de la cárcel, banda sonora de la película del mismo nombre y que según algunos, es de sus mejores interpretaciones o al menos, de las menos malas. El tema es de su época más gloriosa, justo antes de marcharse al Servicio Militar.
Convertida ya en mito, Jailhouse Rock es reconocible por la mayoría desde las dos primeras notas y el primer golpe de batería además de ser considerada por muchos como una de las canciones más populares del rock & roll. Por último destacar que alcanzó el Nº1 en un tiempo record de 2 semanas tanto en EEUU como en Inglaterra.
Cuando empecé en este mundo de la música, Elvis tocaba en Las Vegas. Estaba gordo, vestia trajes de lentejuelas, y camisas con cuellos dignos de Georgie Dann. Además, ponían sus infames peliculas en televisión. Iba a ser que no. Yanquie, gordo y hortera. Error de juventud. Hoy me rindo ante El Rey, con especial debilidad ante sus baladas. Podría citar unas cuantas, pero os recomendaría especialmente "You Don't Have To Say You Love Me", un tema grabado en 1966 por Dusty Springfield. Lo de siempre, los grandes hacen inmenso lo que ya era grande. Y además, le debo una aportación gastronómica, la mantequilla de cacahuete, sandwich preferido de Elvis y que hacía que de vez en cuando fletara su avión particular para ir a comerlo. Yo no llego a tanto, pero picado por la curiosidad, la compré una vez y desde entonces, repito.
ResponderEliminarEl rey no ha muerto, ¡viva el rey!.