Herman´s Hermits nos hablan del desamor y otros derivados lácteos

Ficha

Nombre: No milk today (Sin leche para hoy)
Intérprete: Herman´s Hermits
Publicación: 1966
Autor: Graham Gouldman
Género: Pop

Bonus track:
Los Gatos Negros. Versión en español
No Milk Today. Versión para Sons of Anarchy
Referencias:
Wikipedia
Songfacts

Aprovecho la oportunidad de colaborar en este blog por primera vez para, de paso, hablar de una banda cuyo éxito, en un tiempo relativamente corto, cumplió el ciclo exacto de las cosas: nació, se desarrolló y murió. El problema es que no ha habido una leyenda que sobreviviera Herman’s Hermits, sencillamente en la segunda mitad de los años sesenta su estrella va perdiendo esplendor hasta que finalmente se opaca. Quizá les faltó audacia, adaptación o simplemente suerte para sobrevivir a la insurgencia psicodélica que hubo del 66 en adelante (aunque lo intentaron).

También se atrevieron con Wonderful world

Y sin embargo supieron lo que es estar arriba: en Reino Unido consiguieron un número 1 con I’m into Something Good, en Estados Unidos llegaron a liderar dos veces el Billboard con Mrs. Brown You´ve Got a Lovely Daughter y I’m Henry the Eighth, I am y colocaron a ambos lados del Atlántico una apreciable cantidad de singles en posiciones altas. Incluso pasaron por la prueba del nueve de actuar en el programa televisivo de Ed Sullivan. Sus bazas eran un pop sencillo, altamente melódico y cincelado desde unas maneras absolutamente británicas; no en vano formaron parte de las huestes de la british invasión. Y también contaban, cómo no, con un cantante con carisma y apostura: Peter Noone.


El botón de muestra que he elegido es uno de los éxitos que habría que situar en el inicio de la deriva descendente de Herman´s Hermits, allá por el año 1966 (aunque en EE.UU saldría en 1967 como cara B). ¿Por qué esta elección? Sencillamente porque contiene las esencias de ciertos aspectos del pop británico que adoro: la observación agridulce de la cotidianidad, capaz de transmitir amarga ironía partiendo de hechos en apariencia banales. Como las letras de Ray Davies para The Kinks. No Milk Today es el cartel que se solía poner en la puerta a los lecheros que dejaban diariamente leche fresca en las zonas residenciales de Reino Unido (¿no era encantador?), cuando puntualmente no se necesitaba botella para ese día. ¿Y por qué pone esa indicación el sufrido protagonista de la canción? Sencillamente porque a partir de ahora necesitará menos leche porque… su pareja, con quien vivía, le ha dejado. Este pobre hombre se pregunta si, con este acto tan simple, la gente si quiera se imagina su sufrimiento. Y ahí está el quid de la cuestión, cómo en las cosas a priori más fútiles es donde se notan las pequeñas ausencias y cambios de esquemas que conllevan una ruptura.

Pero es que la canción es un auténtico caramelo envenenado, por muy triste que pueda ser la reflexión de la letra, la música es jovial, desenfadada e insanamente pegadiza. Puro pop sesentero en vena. ¿Y quién es el autor de la música y de la letra? Pues, y aquí llega la segunda reivindicación, Graham Gouldman. Este músico ha hecho aportaciones interesantísimas al mundo del pop, comenzando con canciones para otros artistas: No Mik Today y otras para Herman’s Hermits, For Your Love para The Yardbirds o Bus Stop para los Hollies. Además de esta faceta mercenaria, en el buen sentido de la palabra, fue un componte esencial de 10cc y gran artífice de muchos de sus momentos estelares, como I’m not in Love, en calidad de co-compositor. Y aún habrían de venir más éxitos en los años ochenta, esta vez con el grupo Wax y su hit Right Between the Eyes. Grahan Gouldman, por lo tanto, es el típico músico del cual no has oído hablar mucho pero del que conoces más de lo que crees, y que ha ido dejando (también en solitario) notabilísimas canciones.

No Milk Today siempre me pareció una canción “del día después”, cuando aún estás cimbreándote por la onda expansiva de una ruptura, y en los pequeños rituales hay un doloroso hueco, casi como un miembro fantasma. Y encima Herman’s Hermits van y te lo convierten en un pop dulce, melódico, listo para ser tarareado incluso en los momentos más luminosos. Qué ironía. Y qué mala leche.

Agradezco enormemente a Musicae Memorandum que hayan confiado en mí para representar a DMR en la conmemoración de su quinto aniversario. Espero no haber deslucido. Larga vida y muchos aniversarios venideros. También extiendo mi agradecimiento a Abacab, que ha delegado en mí este año. Ha sido todo un placer.