Cuando uno piensa en la música Country, siempre nos imaginámos a cowboys pegados a sus guitarras, violines y banjos, tocados con sombreros tejanos, camisas vaqueras, jeans y botas camperas, una moda unisex desprendiendo aromas del viejo oeste. A mí, y a muchos como yo, nos gustaba ese estereotipo influenciados por La Movida y por el Wéstern.
Pero el Country no ha sido siempre así, lleno de baladas románticas y gente guapa. Hubo una época en la que en el género abundaban los "outlaws" (artistas fuera de la ley). Para ellos, sus letras, su mensaje, era una crítica social, una poética embestida contra lo establecido, una ácida visión de las cosas de la vida, de las buenas.... y de las malas.
Johnny Cash fue el símbolo de esa corriente, el chico malo, el más duro y rebelde. Es digno de resaltar que generaciones después se ha ganado la admiración de movimientos tan dispares como del propio punk. Es casi imposible hablar de la influencia que ha tenido El hombre de negro con sus miles de canciones y cerca del centenar de discos en casi todos los géneros musicales. Su voz grave llega a cada terminal nervioso. Su actitud contestataria y hostil le hizo meterse constantemente en líos, siendo su fuente de inspiración su propia existencia.
Nacido en Arkansas tuvo una infancia dura, trabajando y cantando en los campos de algodón como tantos grandes bluesmen. A los 12 años ya tocaba la guitarra por su obsesión con el gospel, hasta que descubrió el rockabilly y compuso sus dos primeras canciones (Cry! Cry! Cry! y Hey, Porter) para la radio y para Sun Records que le fichó junto a un tal Elvis Presley. Antes de romper con la discográfica e irse a Columbia por cuestiones monetarias, se produjo un hecho que ha pasado a los anales de la historia de la música y que en MM hemos reflejado en más de una ocasión, aquello se conoce como Million Dollar Quartet.
Pero antes de continuar, veamos este curiosísimo vídeo, reflejo de su espíritu conflictivo y polémico. Johnny imitando y parodiando nada más y nada menos que al ¡mismísimo Elvis! Éste le contestó más tarde, aunque solo se conserva el audio. En la vida real tuvieron altibajos en su relación, alternando momentos malos con momentos menos malos.
El éxito pasó factura. Cash estaba siempre de gira y de un lado para otro, se enganchó al alcohol y a las anfetaminas, mal habría acabado si no se llega a casar con la cantante June Carter, le redimió y se convirtió en su inseparable compañera.
Aunque su canción más famosa sea posiblemente Ring of Fire, Walk the line (En la cuerda floja, 2005) es también el título de una exitosa y galardonada película, basada en la biografía escrita por el propio Johnny Cash y protagonizada por Joaquin Phoenix y Reese Witherspoon.
Entre otras cosas, cuenta también cuando, a pesar de no haber pisado una prisión en su vida, Johnny empieza a sentirse fascinado por el mundo carcelario.
Efectivamente, Cash sentía cierta empatía hacia los presos. Cuando a mediados de los 60 su popularidad y las ventas de discos empezaron a flojear, Columbia Records puso al conocido productor Bob Johnston a trabajar para corregir el declive. Cash estaba rehabilitado y más o menos equilibrado gracias a June, entonces a Johnston, tras conocer el hecho de que siempre había recibido miles de cartas de admiración de presidiarios, se le ocurrió la fenomenal idea de grabar un Lp en directo en una cárcel.
Dicho y hecho, el 13 de enero de 1968, Cash y su banda The Tennessee Three, su mujer June, Carl Perkins y los Stater Brothers, actuaron en la prisión de Folsom. Cuando se publicó At Folsom Prisom fue ensalzado por la crítica, entronizándose como uno de los mejores y más vendidos discos de todos los tiempos.
Pero hagamos un flashback y volvamos a nuestra canción de hoy, Walk the line. Está incrustada en su primer álbum, With His Hot and Blue Guitar. Pronto llegó al Nº1 del Country Chart. Una letra optimista dedicada a la que después sería su inseparable pareja, contando cómo se enamoró de ella. Country en estado puro con el juego de bajos, armónicamente muy sencilla con un total dominio de su voz grave acompañada por un peculiar zumbido gutural, la guitarra marca lo que llamaba "freight train" un ritmo de tren de carga.
En el vídeo, le podemos ver en un concierto posterior a Folsom, el celebrado en el penal de San Quintín en 1969. De apreciar, su acostumbrado saludo: "Hi, I’m Johnny Cash", al subir al escenario ante un selecto público.
Este hombre te puede gustar o no, pero fue un auténtico Punk.
ResponderEliminarAl margen de todo. Ya sólo por eso le tengo mucho respeto.
Aparte su música no me importa escucharla nunca.
Saludos sintéticos.