Cuando, hace poco más de tres años, estos dos tipos que se hacen llamar Nostromo y Oloman me propusieron a punta de pistola formar parte del proyecto MM (ahora mismo estoy sintiendo un Déjà vu), una de las primeras cosas que hice fue llamar de urgencia a mi psiquiatra hacer una lista con un montón de canciones sobre las que publicar. No tengo ni la más remota idea donde habrá acabado aquella relación tan repentina como sincera de temas, de lo que estoy seguro es que I got you babe, entre otras muchísimas (más de 200), aparecía en ella.
¿A qué se debe entonces que, tras más de tres años, vuelva tan súbitamente a mi memoria? Pues por la misma razón que lo hizo recientemente Walk this way, "porque no todo es negativo cuando ponen publicidad en televisión":
El evocador comercial en cuestión pertenece a una campaña publicitaria de una conocida compañía de seguros que aprovecha el mensaje de cercanía, felicidad y seguridad que infunden las líricas, e incluso la melodía del tema, para relacionarlo veladamente -o no tanto- con los servicios que dicha empresa puede ofrecernos. Para la ocasión, Maïa Vidal fue la encargada de realizar un cover con un carácter más intimista bastante alejado del patrón primigenio.
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No es la primera vez que Salvatore Bono y Cherilyn Sarkisian La Piere -Sonny y Cher para los amigos- aparecen por nuestra bitácora; de hecho, a finales del año pasado, el famoso dúo fue uno de los múltiples protagonistas de la entrada dedicada a Needles and Pins, aquel tema precisamente compuesto por Sonny Bono y que denominábamos, más que como una canción, como una infinita versión. Respecto a Cher, además de ser la absoluta estrella protagonista en Believe, también fue mencionada en esa joya atemporal llamada Be my baby, aunque de un modo más discreto, eso sí.
¿Sonny Bono o
Anton Chigurh?
En un principio bien pudiera parecer, mirando a la portada del single que hoy nos ocupa y atendiendo a la edad de ambos, que fuera Bono (más viejo, más feote, con chaleco de pastorcillo y peinado a lo príncipe de Beukelaer o mejor aún, Anton Chigurh) quién, en los ratos libres que le concedía Phil Spector, engatusara a la pobre chica desvalida (más guapa, más joven y con mejor voz) para aprovecharse de ella. Pero nada más lejos de la realidad, al parecer fue ella quien se enamoró a primera vista de él, quien se puso pesada hasta la saciedad para que él la metiera en su casa como ama de llaves, quien más tarde aprovechó sus canciones para convertirse en una estrella internacional, quien llevó a su ya esposo a la ruina económica en su empeño en convertirse en actriz de éxito (para más inri años más tarde, en el ´87 consiguió el Oscar por Hechizo de Luna) y quien se llevó la mejor parte cuando, al separarse, el programa de TV de Cher aplastó en audiencias al de su ex esposo.
¿Milagro? No, bisturí.
Incluso sus andaduras posteriores fueron bien diferentes: Mientras ella se convertía en una de las figuras más importantes femeninas en el mundo de la música, el cine y/o la TV durante todas y cada una de las décadas venideras (y cada vez más joven!, me río yo de Benjamin Button), él ingresa en la Iglesia de Cienciología, después en el Partido Republicano, se convierte en alcalde de Palm Springs, incluso en congresista de EEUU, falleciendo en un accidente de esquí en 1998, justo el año en el que Cher entraba en el Libro de los Récords por ser la mujer de mayor edad en llegar al número uno de la lista Billboard con su disco Believe, del que vendería 20 millones de copias en todo el mundo. No es de extrañar pues, que en EEUU se acuñara la famosa frase de "eres un Sonny sin Cher".
Pero volvamos a tiempos mejores, a esos en los que el dúo era capaz de competir de tú a tú con el sonido Motown o la British Invasion, a esos en los que, muy a pesar del propio Sonny, fueron considerados gurús del movimiento flower power. Y volvamos concretamente al año ´65, al momento en el que esta celebérrima pareja debuta con este tema, su más famoso junto a The beat goes on, y compuesto nuevamente por Sonny (Spector sería muchas cosas, pero no tonto) que celebraba el amor puro e inocente entre dos jóvenes que únicamente se tienen el uno al otro. O sea, tiempos felices, quizá los mejores.
Sin duda esa fue la más conocida. Yo si tuviera que elegir, quizá me inclinaría por la de Manfred Mann, a pesar de que pueda recordarme a alguna versión cutre de karaoke de All my loving o a una banda sonora de una película de JL López Vázquez tratando de ligarse una sueca...
La versión de UB40 es la que más me sonaba... y también mi favorita ;)
ResponderEliminarSin duda esa fue la más conocida. Yo si tuviera que elegir, quizá me inclinaría por la de Manfred Mann, a pesar de que pueda recordarme a alguna versión cutre de karaoke de All my loving o a una banda sonora de una película de JL López Vázquez tratando de ligarse una sueca...
EliminarUn clásico total. Puede que ahora suene un pelín flojilla, pero sigue siendo chula.
ResponderEliminarSaludos sintéticos.
A mí me sigue sonando estupenda ;-)
EliminarAbrazo