Hoy vamos a pagar en MM una deuda pendiente por la parte que nos corresponde. Somos conscientes de que en España debemos una satisfacción histórica para con el rock hispanoamericano. Hoy vamos a intentar redimirnos con una de las mejores bandas de habla hispana de todos los tiempos y por ende con su legión de seguidores. Nos queremos referir a los argentinos Soda Stereo, uno de los grupos más sobresalientes e influyentes en la historia moderna de la música latina y que por nuestro país pasaron asombrosamente casi de puntillas.
Los conocí vagamente en aquellos inicios de los 90, sobre todo recuerdo que actuaron en la Expo de Sevilla (1992) y yo andaba por allí, pero incomprensiblemente no despertaron gran expectación, en mí tampoco, entono el mea culpa. Estábamos en otros lares, supongo que será causa del mal endémico que padecemos en la península de dar la espalda a todo lo que viene del otro lado del charco que no huela a bolero, salsa o ritmos caribeños. El caso es que siempre han gustado los rockeros venidos de allí, venir de Argentina siempre ha sido una buena tarjeta de presentación acompañada de dosis de buena suerte: Morís, Ariel Rot, Calamaro, Fito Paez,.....
En los años de su explosión musical, nosotros estábamos enfrascados en los restos de la Movida, en la vetusta fábrica anglosajona y en poquito más. Los Soda arrasaban por medio mundo con canciones contundentes, llenas de fuerza y calidad.
Y ha ocurrido lo que tenía que ocurrir, lo que a veces pasa en este trabajo que los Martes y Jueves desarrollamos altruistamente por aquí, una de esas cosas que hacen que esto merezca la pena, ¡que te enganchas!
Los conocía poco y aquello de que empiezas a escucharlos, "bueno, no está mal", escuchas otra y sigues escuchando, hasta que no te das cuenta y te embaucan. Ya tengo una edad como para que nada ni nadie me absorte, pero la verdad que ha sido estupendo redescubrirlos para elaborar esta humilde reseña. Canciones magistrales como: Ella usó mi cabeza como un revolver, Lo que sangra (La Cúpula), Persiana americana, Prófugos, Un millón de años luz o De música ligera, me han acompañado y me han devuelto sensaciones que hacía tiempo no tenía, me han vuelto a sorprender. De hecho su último álbum recopilatorio Me verás volver (2007) ya ocupa un sitio vitalicio en mi estantería.
No sé el porqué de haber elegido esta En la ciudad de la furia, quizás por su vídeo dirigido por el cuarto Soda, Alfredo Lois, finalista en los premios MTV o quizás por el sonido gótico con claras reminiscencias de una reciente actuación de los Cure. El tema está construido alrededor de un riff de guitarra que el alma máter del grupo, Gustavo Cerati, compuso cuando tenía 14 años, junto al bajo contundente de Héctor «Zeta» Bosio y la batería repetitiva de Carlos Alberto Ficicchia, surge esta densa y angustiosa melodía, planeando sobre un concepto trémulo y oscuro de Buenos Aires, en clara alusión a la leyenda de Icaro. En esta canción, hay momentos en los que me recuerdan mucho a nuestros Danza Invisible, ¿qué fue antes el huevo o la gallina?
Un rey que no despertó |
Nada más, este ha sido nuestro pequeño parche a una incomprensible injusticia. A los que los desconocíamos, solo nos queda disfrutar de forma tardía del legado de esta gran banda argentina. Sirva para despedirnos algo que ustedes dicen por allá y que hoy nos sirve de título por acá:
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