Es más que probable que un treintañero como yo no alcance a comprender la importancia que Mis manos en tu cintura posee en la vida de aquellos que, como los padres de mi generación, la bailaban agarrados en los guateques de su juventud y tampoco la melancolía que aun les provoca al escucharla.
Aun así, hoy, precisamente hoy que hace 17 años que ELLA se fue, voy a escribir sobre su canción favorita:
Mis manos en tu cintura inspira dulzura, juventud, inocencia, primera vez, nostalgia de tiempos mejores, o al menos diferentes. Una canción que rezuma un romanticismo añejo, sincero, sencillo y hasta un tanto ingenuo. Ese que parece perderse con el paso de los años...
Su autor e intérprete, Salvatore Adamo, con su dulce poesía y las lindas melodías que sonaban desde esos antiguos tocadiscos ayudó a enamorarse a miles de europeos en las décadas de los 60 y 70. Canciones como Cae la nieve, Un mechón de tu cabello, Tu nombre, Inch'allah o La noche fueron las responsables de los impulsos aproximativos de aquellos jóvenes y quién sabe, quizá también de que algunos de nosotros estemos aquí ;D
Nacido en Sicilia, emigró con tan sólo 4 años a Bélgica con su familia, que siempre apoyó su carrera musical. Después de ganar en París un concurso de Radio Luxemburgo, se inicia profesionalmente en la música, adquiriendo pronto su carrera una dimensión internacional gracias a su talento como intérprete, autor y compositor inspirado en Victor Hugo y Georges Brassens.
Sus canciones, originalmente escritas en francés, se tradujeron al italiano, español, inglés, alemán e incluso al japonés, ha vendido unos 100 millones de álbumes durante toda su carrera (permanece en activo), y en los 60 era el artista que más discos vendía en el mundo después de The Beatles.
Razones más que suficientes para no olvidarnos de Adamo, el trovador de las sienes plateadas, el autor de más de 500 canciones llenas de cortesía francesa, elegancia italiana y pasión española.
Que tiempos aquellos...
ResponderEliminar