Fue a los productores Luis Cobos (AKA C.Max), Julián Ruiz (Rojotua) y Javier Losada (Loxatus), a quiénes se les ocurrió que podría ser una buena idea esto de mezclar estilos musicales tan dispares como el new age con sus sonidos sintéticos y el canto gregoriano clásico, consiguiendo una repercusión internacional pocas veces vista para una producción española.
El Bosco fue el grupo encargado de ponerle voz al asunto y a esa característica base musical de hip-hop/tecno. Bueno, en realidad más que de un grupo o banda, en pureza debemos hablar de coro, un coro de voces blancas compuesto por niños de la Escolanía de El Escorial con edades de entre 9 y 14 años, aunque en el proyecto también había algunos adultos que participaban con instrumentación y algún que otro solo.
La letra es una mezcla de latín e inglés y también se publicó una versión en portugués. La parte en latín se corresponde con un versículo de un pasaje de La Biblia (San Lucas 21,25):
Et erunt signa in sole et luna et stellis et pressura gentium prae confusione sonitus maris.* Entonces habrá señales en el sol, y en la luna, y en las estrellas; y en la tierra angustia de gentes por la confusión del sonido de la mar y de las ondas.
La canción se ha utilizado para muchos anuncios de televisión y de otros medios y formó parte de la banda sonora de la película Millones (2004), de Danny Boyle.
Coetáneo y con una idea similar, fue el proyecto musical electrónico Enigma, del alemán Michael Cretu, curiosamente residente y con un estudio de grabación propio en la isla de Ibiza entre los años 1990 y 2009.
A pesar de que se dice que 100 niños eran los que conformaban la masa coral, por voluntad propia y posiblemente por aquello de que eran menores de edad, en los discos publicados no hay ninguna imagen de los intérpretes ni de los músicos.
En 2005 EMI publicó una reedición de Angelis por su décimo aniversario con dos temas nuevos y el vídeo que incluimos en la entrada, junto con un montaje realizado por Revival Musik.
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