Los vagabundos como nosotros nacimos para correr, nena.
Sin duda la canción más importante en la carrera de Bruce Springsteen, ya que no solo le salvó de ser despedido, sino que también convirtió a este chico de New Jersey en una leyenda musical, The Boss.
Se trata de una epopeya inspiradora y valiente, una bocanada de esperanza a toda una generación soñadora que buscaba algo mejor en la vida. Cuenta la historia de jóvenes amantes en las carreteras de una Nueva Jersey plagada de corrupción y mafias. La emotividad de las líricas tuvo tal repercusión que en Nueva Jersey hubo una recogida de firmas para nombrar a Born to run como himno oficial de la ciudad. La implicación con el pueblo norteamericano es innegable y desde el 2004 el álbum completo fue incluido en el Registro Nacional de Grabaciones que custodia la Biblioteca Nacional del Congreso, como reconocimiento a su influencia y significado en la cultura de EE.UU.
Musicalmente se aprecian las influencias de sus ídolos Dylan y Orbison, pero Springsteen consiguió un estilo único lleno de entrega, ritmo y pasión capaz de crear una complicidad mágica con el oyente. Acompañado de la E Street Band, la composición está cuidada hasta en el más mínimo detalle, interviniendo todo un arsenal de instrumentos entre los que destacan las notas del teclado de Roy Bittan y especialmente el sublime saxo del genial Clarence Clemons, clave en la carrera de El Jefe.
A este tipo le puede dejar uno la cartera y quedarse tranquilo.
ResponderEliminarPoco que pueda aportar, porque seguro que se me queda algo y creo que con solo decir su nombre, ya es suficiente.
Un animal musical, un ser humano excepcional, y una de las pocas cosas que me hacen pantearme dejar ser ateo, porque el Boss está tocado por el dedo de Dios. No tiene otra explicación.
Y también, de los que te devuelven la confianza en la Humanidad.
¡Viva la madre que lo parió!